Política

“Es el momento de rectificar el rumbo, o ERC y Junts salimos de esto juntos, o nos cuelgan por separado”

“Es el momento de rectificar el rumbo, o ERC y Junts salimos de esto juntos, o nos cuelgan por separado”
“Es el momento de rectificar el rumbo, o ERC y Junts salimos de esto juntos, o nos cuelgan por separado”

La entrevista transcurre en una semana convulsa en el mundo independentista. Tras exponer Junts su descontento con la marcha del acuerdo de legislatura, que podría hacer descarrilar al Govern de coalición; Jordi Turull (Parets, Barcelona, 1966) y varios compañeros con los que compartió prisión por la causa del procés recibieron como un triunfo personal y colectivo que el Comité de Derechos Humanos de la ONU censurara a España por desbancarles de sus funciones públicas sin una sentencia firme. Aire fresco en el clima enrarecido que se respira en el soberanismo por episodios como el de Laura Borràs y en puertas de la Diada del próximo domingo, en cuyo acto central no estará Pere Aragonès. Con apenas tres meses al frente de la Secretaría General de Junts, Turull desbroza la línea estratégica de su formación.

Damnificado en primera persona, ¿qué significancia le da a que el Comité de Derechos Humanos de la ONU haya condenado a España por violar sus derechos políticos?

Estamos muy satisfechos no solo porque es una victoria política y moral sino porque crea unos precedentes. Ya sabemos que el Estado español no hará ni caso y marchará en la dirección contraria, pero nos genera muchas expectativas a nivel de tener consecuencias jurídicas donde tenemos puestas las esperanzas, es decir, en los tribunales europeos y de Derechos Humanos, que dan valor a estas resoluciones. Por el bien no solo nuestro sino de las más de 400 personas pendientes de juicio por toda la represión que ha habido tras el 1-O.

El Gobierno español reaccionó hablando de examinar la legislación si es preciso.

El Estado español es quien más incumple las recomendaciones de la Unión Europea en materia de independencia e imparcialidad judicial. Así como algunos Estados son capaces hasta de reformar la Constitución a partir de estos dictámenes, no tengo ninguna esperanza de que el Estado español se mueva en este sentido. Sin embargo, esperanzas de que se haga justicia en las instituciones europeas, todas.

Este fallo ha llegado como un balón de oxígeno para el mundo independentista, donde la unidad se cotiza muy cara.

El mundo independentista debe hacer autocrítica desde la autoexigencia. La mayoría de los ciudadanos de Catalunya ha desconectado del Estado español. Es evidente que la represión ha tenido sus efectos en cuanto a generar dudas y divisiones, por eso hay que aprender de los activos y los pasivos del 1 de octubre.

No sé si el independentismo llega a la Diada, donde no estará Aragonès, con buen ánimo.

Desde Junts la encaramos con más ambición y compromiso que nunca. El movimiento independentista va de abajo hacia arriba y los que tenemos responsabilidades políticas tenemos que sintonizar con el sentimiento de la gente y darle salida política. Hay que escuchar siempre a los ciudadanos. Si nos dicen cosas durante la Diada que no nos gustan oír, pues tendremos que tomar nota y mejorar.

Junts ha reflexionado sobre el balance de acuerdo de legislatura con ERC y ya ha colocado sobre la mesa, no sé si a modo de ultimátum, lo que no le gusta.

Lo que no nos gusta, no. Lo que no se está cumpliendo, que es muy distinto. Si hemos hecho esta llamada es porque hemos constatado no solo que no se está haciendo lo suscrito, sino que estamos retrocediendo. Es el momento de rectificar el rumbo, y no centrándonos en los problemas sino en las soluciones.

¿En el plazo de un mes?

No hay un plazo de un mes donde te digo haz esto en este tiempo, sino que hay en el calendario un debate de política general donde se expondrá la orientación política del Govern para todo un año. Es una gran oportunidad para reconducir la situación y desde Junts nos concentraremos en poner todos los esfuerzos y la mejor actitud. Más que esperanzas en que sea así, las tengo en que pongamos todos de nuestra parte para lograrlo. También por la nuestra. Tras ese debate, haremos la valoración, tomaremos una decisión y se someterá a la militancia.

Pero Aragonès les demanda propuestas concretas, como si sus reproches se sustentaran en simples vaguedades.

La propuesta es muy clara y sencilla: que se cumpla el acuerdo de gobierno que le invistió como president. ¡Es que no hay otra! Ya nos gustaría poner más alternativas que fueran más allá del acuerdo de gobierno, porque las tenemos. Cuando se dice que habrá un espacio de dirección estratégica del independentismo, pues tiene que existir. Cuando decimos que en la mesa de negociación tienen que estar representadas las fuerzas políticas de Catalunya de la forma más transversal posible, pues dice esto y no que la conformen el president y los consellers. Y cuando se dice que debe haber una unidad estratégica a nivel de actuación de los grupos independentistas en el Congreso de los Diputados, pues dice esto y no que cada uno vaya a lo suyo. El president señaló que estaba dispuesto a escucharnos y nosotros hablaremos de forma cordial, positiva y constructiva con ERC porque si interesa solucionarlo, debes poner la mejor actitud y no complicarlo más. Hemos encontrado receptividad para hablar.

Al referirse a la mesa, ¿significa que hay opciones de que Junts se siente en ella?

Junts tiene un pacto de gobierno donde consta esta mesa de diálogo, negociación y acuerdo bajo estas condiciones y para tratar dos temas: amnistía y autodeterminación, y con garantías, no para acabar hablando del Cercanías y con una composición limitada a los consellers. Esto no está en ese acuerdo. No pedimos otras cosas extrañas, nuevas o a instancia de parte.

En la última reunión entre el Govern y Moncloa se pactó avanzar en la desjudicialización, de forma algo abstracta, y proteger la inmersión lingüística. ¿Colma sus pretensiones?

Somos conscientes de que discutir en una mesa de negociación no es fácil pero tú tienes que ir muy directo en lo que uno propone y no ceder a lo que pretende el contrario. Por eso nosotros, desde la composición a los temas que se abordan ahí, creemos que no se está avanzando sino al revés. El Estado español no sabemos de qué quiere hablar, sí sabemos de lo que no desea hablar y no ha puesto nunca encima una propuesta para Catalunya, solo la amenaza. Y no puede ser que nosotros entremos en el juego de su lógica. En JxCat somos muy escépticos con la mesa de diálogo y aún así le dimos una oportunidad, con un plazo de dos años pero queremos cumplir en base a las condiciones que se firmaron. Cuando hemos dicho que así no se puede seguir es que hay que avanzar en los bloques que Junts considera nucleares: construir unas condiciones positivas para la independencia de Catalunya, y lo que estamos es deconstruyendo. Junts no va a ser cómplice de esta dinámica. Por eso pedimos reorientar la actuación.

Como en otros asuntos, el Gobierno de Sánchez juega con la baza de que con la derecha, que expone ya su intención de tipificar el delito de referéndum ilegal, todo iría mucho peor.

Para nosotros el debate no es quién está al frente del Gobierno de España, sino que el Estado deje de gobernar Catalunya. Como dijo Josep Plà, lo más parecido a un político español de derechas es un político español de izquierdas. Uno con cara más simpática, otro más antipática, al final queda el inmovilismo. De ahí nuestro escepticismo con la mesa y con un Pedro Sánchez que acostumbra al donde dije digo, digo Diego, y en función de los intereses, primeramente, de él, luego del PSOE y después del Estado. Ellos no han hecho ninguna propuesta. Desde 2017, cero. Siempre nos piden renuncias por nuestra parte, que rebajemos nuestras pretensiones, pero por la suya no hay nada.

La suspensión de Laura Borràs como presidenta del Parlament agravó sus discrepancias con Esquerra. Una vez descartada la petición de reconsideración, ¿qué salida puede tener este caso? ¿La sustituirán?

La salida es rectificar. A partir de ahora hay un motivo más que suficiente. Cuando desde la ONU se traslada que no se puede suspender de derechos políticos a un representante hasta que no hay sentencia firme, blanco y en botella. Aquí se abre una oportunidad también para este caso porque estas otras dinámicas no ayudan para nada. También es verdad que esto ya lo hemos vivido en otras épocas. Yo mismo, entre debate de investidura y debate de investidura, hubo una fuerza independentista (en alusión a la CUP, un 22 de marzo de 2018) que no me votó para ser president y acabé en la cárcel. Que hubiera acabado igualmente, eso sí, por la represión del Estado. Pero es ejemplo de que siempre es mejor para el independentismo utilizar la mirada larga y emplear una brújula. Por delante siempre hay que poner el objetivo de país y dejar de tirar piedras al tejado y de dispararse en el pie.

Lo ocurrido con Borràs coincidió con el episodio del homenaje a las víctimas del 17-A y que Junts condenó. ¿Con su comunicado salieron al paso de un exceso de protagonismo de su presidenta u otros grupos aprovecharon para cargar sobre su figura?

Hay toda una dinámica de intentar dividir dentro de Junts, de provocar discrepancias internas y desgastar nuestros liderazgos políticos. Cuando no es el president Puigdemont, pues es Laura Borràs. Pero de esto ya estamos vacunados. Cuanto más intenso es, pues será verdad que molestamos. Todo este debate no me interesa nada. Solo me preocupa cómo recuperar la fuerza para avanzar hacia la independencia.

Pero si nos ponemos a sumar acontecimientos, cualquier otro gobierno de coalición no resistiría un escenario así.

Los gobiernos de coalición siempre son complicados. Solo hace falta ver las discrepancias en el Gobierno de España. Lo que pasa es que en el caso de Catalunya estamos en un contexto de emergencia democrática, de derechos y libertades fundamentales. Estamos en la legislatura del 52% con un camino muy concreto: la independencia. Y tiene que haber un gran sentido de trascendencia y una gran mentalidad de conflicto en el sentido democrático, positivo y pacífico de la palabra. De que enfrente hay un Estado que lo va a probar todo: la cárcel, las cloacas, alterar resultados electorales utilizando informes falsos, ha inhabilitado liderazgos políticos... Por eso no se lo podemos poner fácil y hay que ir más cohesionados que nunca. Salir del Govern es una opción real, pero o salimos de esto juntos o nos cuelgan por separado.

¿Preparan algo para el quinto aniversario del referéndum del 1-O?

Nosotros nos vamos a sumar a los actos del Consell per la República. Este quinto aniversario debe servir de punto de inflexión. Hasta la fecha hemos estado muy pendientes de dar respuesta a las consecuencias de la represión, y es el momento de que nosotros llevemos la iniciativa sin esperar a lo que haga el Estado. Sin autocrítica no puedes mejorar, pero sin autoestima no puedes avanzar. Por eso el 1-O hay que poner en valor lo que fuimos capaces de hacer, y es que ese día no hubo suficiente poder represor para detener tanto deseo de libertad.

En el horizonte electoral están cerca las municipales, donde Junts también se juega mucho.

Soy muy optimista, no solo porque muchos alcaldes que estaban en el PDeCAT se presentarán por las siglas de Junts, sino porque otros con marcas blancas o de otras fuerzas quieren presentarse en colaboración con nosotros.

¿Hay muchas opciones de que Xavier Trias sea alcaldable por Barcelona?

Nunca he escondido que me gustaría mucho que así sea. Es un clamor que escucho por la calle pero depende de él. Si se presentase estoy seguro de que sería el alcalde. Si alguien sabe de cloacas es él. Algunos de los que ahora las critican, hicieron de altavoces de las cloacas obligando a Trias que demostrara lo que era indemostrable. Además, es una persona querida por la ciudadanía, Trias va más allá de las siglas y le votaría gente que nunca en otras elecciones elegiría la papeleta de Junts. Dejó el listón muy alto y es la prueba constatable de que construir cuesta mucho, y destruir no cuesta nada.

¿Aprobará el Govern los presupuestos?

Si seguimos en el gobierno los intentaremos aprobar de forma responsable. Más que con quién se pactan o no, el problema de los Presupuestos en Catalunya no es del gasto sino del ingreso, por culpa del expolio fiscal crónico que sufrimos desde hace 40 años. Mientras esto no se supere, hay que hacer muchos equilibrios para intentar dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos. Nos gustaría poder gastar mucho más en todo. Y este expolio, que es un gran drama, no se puede solucionar apretando más en impuestos a los catalanes.

¿Ha llegado usted a la Secretaría General de Junts para reunificar a la ‘posconvergencia’? Proyectos que se desmarcaron de JxCat, como el PNC o Centrem, han pinchado.

Yo estoy aquí porque después de todo lo que hemos vivido en Catalunya desde 2017, la confrontabilidad no es una opción. Todo lo que sea sumar, unir fuerzas, de toda esa gente, yo tengo las puertas abiertas, siempre al servicio de culminar la independencia y dar soluciones a los ciudadanos. Junts es una formación donde todos vamos juntos sin necesidad de ser iguales, y por eso la transversalidad es un gran valor. JxCat tiene vocación de ser un movimiento de liberación nacional, no de ser una secta. Además, como estoy inhabilitado, mi única pretensión es ésta, no tengo ninguna ambición personal.

¿Qué huella personal le dejó la cárcel?

La prisión te puede deteriorar o fortalecer. Yo estoy en la segunda opción. Soy de los más convencidos de que hay más motivos que en 2017 para dedicar años de tu vida a la independencia. Catalunya es nación y la palabra rendición y resignación no existe en su diccionario político, y siempre ha sobrevivido al intento de aniquilación por parte del Estado español. Se equivocarán si piensan que ya no hay conflicto.

2022-09-06T07:10:03+02:00
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