Vida y estilo

Olor a pescado en casa: truco sencillo al cocinar para eliminarlo

La causa de este desagradable e intenso olor hay que buscarla en una sustancia denominada trimetilamina, la cual aumenta al morir el pez y con el calor al cocinarlo
Dos rodajas de salmón cocinadas con romero, sal y pimienta.
Dos rodajas de salmón cocinadas con romero, sal y pimienta.

El pescado es un alimento que debería estar presente en cualquier dieta equilibrada. Así lo sostiene la Fundación Española del Corazón, quien fija su ingesta en 3-4 raciones a la semana, cada una de ellas de entre 125 y 150 gramos.

Esta recomendación acerca de su consumo se debe a que es un alimento rico en proteínas de alto valor biológico, vitamina D y del grupo B, yodo, potasio, hierro y calcio, y otros nutrientes.

Algunas variedades, como el pescado azul (sardina, caballa, atún, bonito, pez espada, salmón, arenque, boquerones, jurel…), son además una importante fuente de ácidos grasos Omega 3 que ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL (malo) y retardan el proceso de acumulación de placa grasa en las arterias.

Por todo ello, el pescado es un buen aliado para la salud cardiovascular. Sin embargo, prepararlo en casa tiene una desagradable contrapartida y es el fuerte olor que despide al cocinarlo.

Una mujer prepara un pescado para meterlo al horno.

Una mujer prepara un pescado para meterlo al horno. Freepik

¿Por qué huele tan mal el pescado?

Pues bien, la responsable de este mal olor es la trimetilamina. El óxido de trimetilamina es una sustancia que ayuda al pez a vivir en el agua salada, pero cuando se convierte en solo trimetilamina huele mal; eso pasa tanto cuando el animal muere como al cocinarlo. Con el calor, los ácidos grasos del pescado reaccionan con el óxido de trimetilamina y generan más trimetilamina. Además, la urea del pez se transforma en amoníaco, lo que agudiza el mal olor.

Como consecuencia, aunque cierres las puertas de la cocina a cal y canto, tengas la campana extractora encendida a máxima potencia y limpies a conciencia todas las superficies y utensilios que hayas utilizado, un persistente olor se propagará por la cocina, impregnará tu ropa y tu pelo, y se colará hasta el último rincón de la casa.

Por mucho que ventiles, no conseguirás acabar con el olor y seguramente hasta tus vecinos adivinarán fácilmente qué vas a comer o a cenar ese día.

Truco sencillo y muy útil

Aunque no lo creas, esta desagradable consecuencia de cocinar pescado en casa tiene una solución muy sencilla. Por lo menos, así lo asegura la influencer Tictacyummy, Patri Tena, quien comparte en su cuenta de Instagram un truco que dice ser mano de santo para que tu casa, después de degustar un rico pescado, no huela durante varios días.

Para llevarlo a cabo debes echar un chorrito de aceite en la sartén en la que vas a cocinar el pescado y colocar en su base papel de horno, recortado al tamaño del recipiente. Una vez que el papel está bien colocado en la sartén, se pone el pescado sobre él y se cocina vuelta y vuelta. ¡Así de fácil!

Otra forma de contrarrestar el olor del pescado es cocinarlo al papillote (envuelto en papel de horno o de aluminio): el pescado se hará en su propio jugo dentro del paquete sellado, de forma que los olores no se liberarán en el ambiente.

Productos de uso cotidiano

En el hogar disponemos de determinados productos que usamos habitualmente y que también pueden ayudarnos en esta ocasión: hablamos del vinagre y del limón, dos eficaces y naturales neutralizadores de los malos olores.

Cuando vayas a cocinar el pescado, pon a la vez a hervir una olla con tres partes de agua y una de vinagre, y el vapor que se desprenderá de la cocción absorberá el olor. Si optas por el limón, colócalo en trozos en una olla con agua y pon la mezcla a hervir mientras cocinas el pescado; para potenciar su efecto, puedes añadirle una cucharada de bicarbonato. También puedes cortar un limón por la mitad y frotar con él el interior y los bordes de la sartén en la que lo vas a cocinar.

Sardinas fritas en una sartén.

Sardinas fritas en una sartén.

Lavar primero el pescado con agua del grifo y echarle un poco de vinagre o de zumo de limón por encima también ayudará a retirar la trimetilamina que le ha quedado en la piel.

Ya lo ves, no dejes que el mal olor en casa sea la excusa para no comer pescado; recurriendo a estos sencillos trucos o consejos podrás disfrutar de este sano y exquisito alimento sin que el aroma de tu hogar te lo siga recordando durante varios días.

2024-10-05T14:07:05+02:00
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