Disfraces más seguros y a prueba de sustos para Halloween

En vísperas de Halloween, nos lanzamos a la búsqueda del disfraz con el que disfrutaremos de la fiesta más terrorífica del año. Tanto si vas a disfrazarte solo o en grupo, puedes elegir entre de los disfraces de moda o recurrir a uno de esos que se repiten año tras año.

Podrás elegir un atuendo con el que derrochar glamour o apañarte con cualquier trapillo, pero hay algo que no puedes perder de vista y es la seguridad de tu disfraz.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado los riesgos de 15 disfraces, 5 complementos y 5 pinturas de cara de venta online y ha concluido que estos productos entrañan más peligro que los adquiridos en tiendas físicas, debido a la dificultad de someterlos a los controles pertinentes. Además, son riesgos difíciles de comprobar hasta que el disfraz o el accesorio llegan a casa.

Niños disfrazados hacen truco o trato a sus vecinos. Freepik

La OCU concluye que las irregularidades más comunes de estos productos tienen que ver con la seguridad mecánica y con el riesgo de asfixia, detectados en tres de cada cuatro de los productos analizados. Algunas de ellas son:

- Cuerdas y lazos de más de 7,5 cm en la zona del cuello de los disfraces. Cuando son para niños menores de 7 años su presencia está prohibida.

- Piezas pequeñas sueltas o que se pueden desprender o romper en trozos fácilmente. Están prohibidas en disfraces para menores de 3 años. También son peligrosas en otros disfraces que estén al alcance del niño por el riesgo de que pueda llegar a tragárselas o introducírselas en la nariz.

- Bolsas de embalaje de plástico demasiado finas (de menos de 38 micras). Cuanto más delgadas, más fácilmente se adhieren al rostro, multiplicando el riesgo de asfixia en el caso de que se introduzca la cabeza.

- Inflamabilidad (se ha detectado en 3 de los 15 disfraces). El riesgo puede deberse a la velocidad de propagación de la llama o a su persistencia.

- Sustancias tóxicas. Este año no se han encontrado metales pesados, colorantes azoicos ni ftalatos, salvo en el adorno de un disfraz. De todas formas, la OCU recomienda lavarlo antes de utilizarlo o, al menos, dejarlo abierto, aireándose, al menos 48 horas, con el fin de limitar la presencia de sustancias potencialmente peligrosas.

La OCU, además de informarnos de estos peligros detectados, nos advierte sobre algunos aspectos que debemos tener en cuenta para que el disfraz sea seguro. En el caso de los disfraces infantiles, debemos tener en cuenta que los accesorios sean de goma, nunca metálicos, y que la largura de la prenda no supere nunca los tobillos del niño, para evitar que se la pise y se tropiece.

Hay que evitar los disfraces largos para evitar caídas. Freepik

En cualquier caso, la OCU recomienda revisar siempre el etiquetado, prestando especial atención a la edad recomendada. Los defectos de etiquetado siguen siendo relativamente habituales en las compras online y suelen anticipar posibles riesgos. Además, es importante guardar los resguardos de la compra por si fuera necesario reclamar después.

Por último, la OCU desaconseja el uso de disfraces con capuchas cerradas y caretas completas, tanto por su mala ventilación, como por su posible inflamabilidad y su dificultad para una buena visión. En este caso es preferible pintar la cara con maquillajes al agua: son fáciles de quitar y en esta ocasión no se han detectado sustancias tóxicas.