Los planes de sistemas de gestión y de infraestructuras permitirán caminar solos

“Un año después de la recepción de la competencia, el balance es positivo, ya que no se han registrado problemas de alcance” más allá de alguna incidencia tecnológica por la migración informática entre administraciones. Así lo asegura el informe Construyendo el modelo penitenciario en Euskadi. Balance 2021-2022, que analiza de forma exhaustiva los pasos adoptados en el primer aniversario del traspaso de esta competencia.

Apunta que el precedente de la transferencia de prisiones a Catalunya hacía prever una transición “aparentemente sencilla”, pero nada más lejos de la realidad. El documento recuerda que un centro penitenciario presta alojamiento, seguridad, alimentación, salud, actividades culturales, sociales, recreativas, educativas... 24 horas al día. Un servicio integral, por tanto, que requiere de un gran esfuerzo a todos los niveles.

El primer objetivo era que no se produjera un corte, es decir, garantizar que el servicio seguía ofreciéndose. Para ello, se ha dado continuidad a los procedimientos y herramientas que ya venía utilizando la administración del Estado, como los sistemas informáticos y el propio personal. Pero, de forma paralela, se han sentado las bases para contar con una estructura propia que posibilite soltar amarras de forma definitiva.

Aquí se enmarcan el Plan Director de Sistemas de Información y el Plan de Infraestructuras, que están en fase de desarrollo, según explicó ayer el director de Justicia, Eugenio Artetxe. El primero tiene como fin “construir el sistema de gestión penitenciaria propio de la administración vasca”, un proceso que se prevé largo pero en el que ya se están dando pasos. Ello incluye la instalación de una red de datos en los tres centros que “permitirá ejecutar en breve la desconexión de la red del Ministerio del Interior”.

El Plan de Infraestructuras se antoja, por su parte, fundamental debido a que algunos de los centros heredados son “muy antiguos, no están dimensionados a la población de cada territorio y están en franco deterioro”. A ello se añade la ausencia de centros de integración social, “un handicap para un modelo que pretende impulsar el medio abierto”. La entrega prevista del nuevo penal de Zubieta en Gipuzkoa, que sustituirá al de Martutene, aliviará en parte la situación. Su puesta en marcha se prevé en 2024.

Relaciones fluidas

Lo ambicioso y multidisciplinar de esta tarea se refleja también en la estrecha colaboración con los departamentos de Salud y Educación, con las administraciones forales como responsables de los servicios sociales y con diversas confesiones religiosas. También con los tres colegios de la Abogacía, Eudel y ETB, en este caso para “infundir en la sociedad la comprensión de que las personas presas son ciudadanos como el resto”. Además, la relación con Instituciones Penitenciarias es “fluida y permanente a la hora de coordinarse en materia de traslados”.