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Vida y estilo

Fibromialgia: ¿mejora cuidando la microbiota intestinal? Este doctor lo tiene claro

Se estima que en el Estado hay cerca de 900.000 personas afectadas por fibromialgia. Los expertos sostienen que los paraprobióticos podrían ofrecer una vía prometedora para el tratamiento de la enfermedad
La fibromialgia se caracterizada por un dolor músculoesquelético crónico generalizado y tiene un gran impaco en la vida diaria.
La fibromialgia se caracterizada por un dolor músculoesquelético crónico generalizado y tiene un gran impaco en la vida diaria. / F.P.

La fibromialgia (FM) es una enfermedad caracterizada por dolor músculoesquelético crónico generalizado y, entre otros aspectos, los afectados pueden sufrir fatiga, rigidez, problemas de sueño, ansiedad, depresión y dificultades cognitivas que empeoran el curso y la evolución de la enfermedad.

Además, todavía hay un gran desconocimiento sobre las causas que provocan esta enfermedad que puede llegar a ser invalidante y afectar a la esfera biológica, psicológica y social, ocasionando un gran impacto en la vida diaria de las personas que padecen esta patología; así como un alto gasto sanitario ya que se estima que tiene una prevalencia del 2,4% de la población adulta, lo que supone cerca de 900.000 personas afectadas en nuestro país, según el estudio EPISER de la Sociedad Española de Reumatología (SER).

Expertos reunidos en un reciente congreso de la SER han actualizado algunos temas relacionados con la fibromialgia. La doctora Paulina Cuevas Messenger del Servicio de Reumatología del Hospital Sant Pau i Santa Tecla de Tarragona, ha repasado los distintos mecanismos implicados en generar dolor en los pacientes que padecen enfermedades autoinmunes e inflamatorias: “Hay un creciente interés respecto a la eficacia en tratar este dolor residual no inflamatorio de los tratamientos inmunomoduladores que pautamos, principalmente los FAMEb (biológicos) y FAMEb (sintéticos dirigidos) y aunque aún hay pocos estudios comparativos hay datos que sugieren mayor beneficio de algunos en este aspecto. Este hecho hace que nos planteemos iniciar un estudio, para aportar más evidencia al respecto”.

Microbiota

El doctor David Castro, reumatólogo del Hospital General Universitario de Ciudad Real, ha explicado que “se está empezando a estudiar la posible relación de esta enfermedad con la microbiota intestinal”. Y es que influencia al cerebro de dos maneras: estimulando a los receptores de las células del epitelio intestinal o secretando metabolitos bacterianos como neurotransmisores y citoquinas.

A su vez, el sistema nervioso central “influye en la microbiota modificando los movimientos de nuestro tubo digestivo y provocando la secreción neuroendocrina para controlar a toda la población bacteriana que habita en nuestro aparato digestivo”, añade.

Si controlamos la flora bacteriana con la toma de paraprobióticos, que no dejan de ser unas células de microorganismos probióticos no viables o inactivadas, logramos mejorar esa relación entre la microbiota intestinal y el cerebro para reducir los signos y síntomas de los pacientes con fibromialgia”, según el experto, quien advierte que “aunque el número de pacientes es muy bajo en este estudio, se observa, mediante un cuestionario de salud y calidad de vida, que los pacientes logran mejorar sus síntomas a pesar de lo que conlleva toda la esfera y carga de la enfermedad”.

Los paraprobióticos ofrecen una vía prometedora para el tratamiento de la fibromialgia, con beneficios potenciales en los síntomas físicos, emocionales y de calidad de vida de los pacientes, aunque para afirmar todo esto, se requiere de una mayor investigación clínica y científica para validar su eficacia en el manejo de la fibromialgia, así como para identificar posibles subgrupos de pacientes que puedan beneficiarse más”, ha constatado el especialista.

El ejercicio, clave

Por su parte, el ejercicio físico es un pilar fundamental para los pacientes con fibromialgia según diferentes estudios realizados. “El beneficio que un paciente con FM consigue realizando ejercicio físico es superior al que se obtiene con muchos de los fármacos que se utilizan para tratar esta enfermedad".

“La probabilidad de que haya una mejoría en la calidad de vida de estos pacientes está estrechamente relacionada con la realización de ejercicio físico regularmente”, resalta el doctor Javier Rivera, reumatólogo del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, que destaca también los beneficios de la campaña de la Sociedad Española de Reumatología, #Reumafit, a favor de la promoción de la práctica de ejercicio físico en los pacientes con enfermedades reumáticas.

Respecto al tipo de ejercicio adecuado para estos pacientes, se recomienda que sea aeróbico, mejor que los de elasticidad. Además, debe realizarse diariamente e incorporarlo a los hábitos saludables que el paciente realiza a diario. “Cualquier ejercicio aeróbico es válido, por lo que lo más aconsejable es que sea el propio paciente quien elija el tipo de ejercicio físico que le gusta realizar”, concluye Rivera.

2024-10-10T09:57:03+02:00
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