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El camino de Landa al Tour

Cuatro en las ediciones de 2017 y 2020, el escalador alavés fija los apeaderos antes de llegar a la estación de la Grand Départ de Bilbao, donde comienza el Tour, su gran objetivo
Mikel Landa, durante el pasado Giro de Italia, por delante de Richard Carapaz y Jai Hindley.

En el ciclismo, todos los caminos conducen al Tour de Francia, el gran sol. El foco más potente, el que lleva a París, se alumbrará con la Grand Départ de Euskadi. El 1 de julio de 2023, Bilbao dará cuerda al reloj de la carrera más prestigiosa y famosa del mundo. En tierras vascas se disputarán las primeras tres etapas de la Grande Boucle: Bilbao-Bilbao (182 kilómetros) Gasteiz-Donostia (209 kilómetros) y Amorebieta-Baiona (185 kilómetros). En esa cita estará Mikel Landa. Es su principal objetivo del curso. “Sabe lo que supone correr el Tour y más siendo en casa. No quiere perdérselo por nada del mundo. Esto pasa una vez en la vida”, apuntan desde el entorno del ciclista alavés, que fue cuarto en el Tour de 2017. “Sabemos que en el Tour Pogacar y Vingegaard, como se ha demostrado, están por encima del resto, pero luego hay un grupo de corredores para pelearse por el podio y ahí quiere estar Mikel”.

En 2017 el alavés se quedó a un solo segundo del podio. Landa, que se concentrará con su equipo a comienzos de diciembre, siempre ha casado bien con la prueba francesa. Después de su cuarto puesto, fue séptimo en 2018, sexto en 2019 y nuevamente cuarto en 2020. El pasado año el escalador de Murgia apostó por el Giro de Italia, pero una dura caída le obligó a abandonar. Este curso Landa se ha subido al podio de la Corsa rosa, al igual que en 2015. El próximo año Landa se focalizará en la Grande Boucle, una prueba aún más importante desde que se supo que partiría desde Bilbao y que recorrería las arterias de Euskadi. “Eso le da un importancia extra. Nadie quiere perderse la mejor carrera del mundo y más teniendo en cuenta que las tres primeras etapas se corren en Euskadi. Para un ciclista de la tierra es lo máximo. Será una experiencia imborrable que queda para siempre y eso no se lo quiere perder Mikel”, apuntan desde el entorno del ciclista.

El Tour de Francia aguarda con toda su grandeza y su parafernalia amarilla el 1 de julio, pero antes de acceder al centro de la tierra del ciclismo, a su gran núcleo, Landa acometerá un calendario muy similar al de las últimas temporadas. Sin contratiempos y después de un gran final de curso con la tercera plaza en Il Lombardia, el ciclista de Murgia iniciará el curso en la Vuelta a Andalucía a mediados de febrero, aunque no es descartable que asome antes en la Volta a la Comunitat Valenciana a comienzos del mismo mes. “Es uno de los detalles a decidir”. Una vez iniciada la campaña, Landa enlazaría con la Tirreno-Adriático, una competición que se adapta muy bien a sus características. En la pasada edición de la prueba italiana, Landa cerró el podio por detrás de Pogacar y Vingegaard, los dominadores del Tour. Un año antes, el alavés también tocó el podio de una prueba que se embolsó el esloveno.

Regreso a la Itzulia

Una vez finalizada su participación en Italia, la idea de Landa es enraizar en la Itzulia, una prueba a la que tiene un especial cariño y en la que obtuvo la segunda plaza en la general de 2018. En 2021 finalizó en octavo lugar. Esta temporada cambió la Itzulia por el Tour de los Alpes porque su campaña estaba enfocada al Giro de Italia. Con el Tour en lontananza, Landa volverá a la Itzulia. Competir por las carreteras de casa delante de la afición es siempre un estímulo para Landa. Después de la Itzulia, el escalador alavés no alterará el curso de las temporadas precedentes y partirá a Bélgica para estar presente en las clásicas de las Ardenas.

En ese punto, a finales del mes de abril, concluiría el primer bloque de competición de Landa, a dos meses de que el Tour de Francia ice su bandera amarilla en Bilbao. Tachado el Giro de la agenda, aunque el de Murgia ha sido capaz de unir ambas grandes con notables resultados en 2019 (cuarto en Italia y sexto en Francia), la preparación del alavés mirará con descaro al perfil de la Grande Boucle. En ese tiempo antes de alcanzar El Dorado que supone la prueba francesa, es posible que el ciclista realice una concentración en altura. Las escaleras para llegar al cielo. “Correr el Tour que sale de Euskadi es lo máximo”, dicen desde el entorno del ciclista. El camino de Landa al Tour.

16/11/2022