Este dulce tradicional, con su inconfundible sabor y su textura crujiente por fuera y suave por dentro, es perfecto para compartir tardes de encuentros familiares. Ya sea para regalar o disfrutar, estas rosquillas aportan el toque dulce y nostálgico.
Ingredientes
- 500 g de harina de trigo
- 1 huevo
- 150 g de azúcar
- 100 ml de aceite de oliva suave (o de girasol)
- 100 ml de licor de anís
- 1 sobre de levadura química
- Ralladura de 1 limón
- 1 pizca de sal
- Azúcar para espolvorear

Los ingredientes para elaborar rosquillas caseras.
Elaboración
Preparar los ingredientes secos. En un bol grande, tamizar la harina junto con la levadura y la pizca de sal, y hacer un volcán con un hueco en el centro.
Mezclar los ingredientes líquidos. En otro bol, batir el huevo con el azúcar hasta que quede una mezcla suave. Añadir el aceite, el licor de anís y la ralladura de limón. Mezclar bien.
Verter la mezcla líquida en el hueco de la harina y comenzar a mezclar. Amasar hasta conseguir una masa homogénea, que debe quedar suave y algo pegajosa. Si es necesario, añadir un poco más de harina para que no se pegue demasiado.
Dividir la masa en pequeñas porciones y formar bolitas. Hacer un agujero en el centro de cada bolita para formar la rosquilla. Pueden ser del tamaño que más guste, pero lo típico es que sean pequeñas.
Calentar abundante aceite en una sartén o freidora a fuego medio-alto. Freír las rosquillas en tandas, girándolas para que se cocinen por ambos lados hasta que estén doradas y crujientes. No poner muchas de golpe para evitar que se peguen.