Bildu centra su campaña en el rechazo al “militarismo” en la Unión Europea

Más que centrarse en los programas y los asuntos sectoriales, EH Bildu está protagonizando una campaña de consignas genéricas en contra del fascismo y en contra de incrementar el gasto en defensa. Parece un intento de afrontar el desafío de las elecciones europeas del 9 de junio no tanto poniendo el foco en propuestas concretas, sino resucitando el movimiento pacifista y cabalgando a lomos del rechazo que recibió la OTAN en el referéndum en Euskadi hace casi cuarenta años en otras circunstancias.

Su coordinador general, Arnaldo Otegi, insistió este lunes desde Galdakao en postularse contra el “militarismo”, un mensaje que no es nuevo y que responde sobre todo al incremento del gasto en los países de la OTAN hasta que represente un 2% del PIB. Pero el mensaje lo repitió el mismo día en que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, se encontraba de visita en el Estado español para firmar un acuerdo con Pedro Sánchez que permitirá reforzar el escudo antiaéreo del país frente a los ataques indiscriminados de Rusia contra la población civil. La coalición, ERC, BNG y Podemos plantaron a Zelenski en su visita al Congreso por una combinación de problemas de agenda y rechazo a este gasto. Sí acudió el PNV y, de hecho, se difundieron imágenes de Aitor Esteban estrechándole la mano con el mensaje de que su pueblo “lucha por todos nosotros”. Los jeltzales se posicionaron desde el primer momento del lado de Ucrania recordando el padecimiento de los vascos tras el golpe franquista, y el propio Zelenski comparó su situación con el bombardeo de Gernika.

EH Bildu ha defendido desde el estallido de la guerra que la apuesta debe ser la diplomacia, aunque otros partidos le han recriminado un discurso que puede caer en el mero voluntarismo porque Rusia no cesa los ataques y Ucrania merece protección y solidaridad. La coalición también argumenta su posición dando por supuesto que el dinero para afrontar esta inversión se sacará aplicando recortes en políticas sociales; o que el militarismo responde a los intereses de Estados Unidos. En un acto sin discurso del candidato Pernando Barrena, Otegi postuló a EH Bildu como alternativa para construir “una Europa distinta, la Europa de los pueblos y los trabajadores; frente al militarismo, somos quienes reivindicamos la paz; frente al imperialismo, quienes reivindicamos la soberanía de los pueblos; frente al autoritarismo, quienes reivindicamos el antifascismo”. “La izquierda de kilómetro cero ya tiene alternativa para una Europa distinta”, dijo.

Otegi defendió “la paz frente a los militaristas; la soberanía de los pueblos frente al imperialismo; la democracia popular frente al fascismo”. “No hay posibilidad de construir una Europa con recorrido estratégico si no se hace sobre estos valores”, aseguró.

Un "embajador vasco"

EH Bildu intentó sacudirse el hecho de que EH Bai no concurra a las elecciones europeas en Iparralde y de que el PNV sea el único que se presenta con sus propias siglas en los siete territorios vascos. Otegi aseguró que EH Bildu, de la mano de Barrena, “un navarro”, “representa a todo Euskal Herria”. “La vieja nación vasca volverá a votar y a derrotar a las extremas derechas el 9 de junio; volverá a votar abertzale, soberanista y antifascista. Vamos a construir otra noche mágica, una noche abertzale, independentista y antifascista”, sostuvo. Otegi repitió que el objetivo de EH Bildu es ganar en el recuento de Hegoalde, es decir, en la suma entre la comunidad autónoma vasca y en Nafarroa. No cuenta Iparralde, donde EH Bai no ha podido forjar ninguna coalición y ha decidido no presentarse.

“No vamos a elegir un parlamentario, vamos a elegir a un embajador de un país que todavía no tiene Estado pero que tendrá algún día una república”, añadió. Otegi aludió también a la “paciencia estratégica” de EH Bildu en este ciclo electoral y pidió un esfuerzo más a su militancia.

La senadora Idurre Bideguren, por su parte, se refirió al pueblo vasco como un pueblo “de acogida”, frente al “apartheid de los controles racistas en Irun o Behobia”. Por la mañana, Maddalen Iriarte había defendido la pervivencia del euskera.