Unai Simón, el regreso más plácido

VEINTIÚN días después de disputar la final de los Juegos Olímpicos ante Brasil y de colgarse la medalla de plata en el torneo de Tokio, Unai Simón (Murgia, 11-VI-1997) volvió a atarse los guantes. Lo hizo en Balaídos y en detrimento del joven Julen Agirrezabala tras disfrutar de apenas diez días de descanso en un verano en el que también dejó su huella en la Eurocopa, poniendo así de manifiesto la plena confianza que tiene en él Marcelino García Toral, quien había dejado en el aire su titularidad en la rueda de prensa previa a un partido en el que el murgiarra tuvo el regreso más plácido posible.

Apenas tuvo trabajo durante los 99 minutos que duró la contienda el cancerbero internacional del Athletic, que solo tuvo que intervenir para atajar un par de centros laterales con cierto peligro y para servir de apoyo a la línea defensiva en la salida del balón. Sin paradas en su haber, su incidencia en el desarrollo del envite se limitó a una salida completada con éxito, un despeje aéreo y 38 toques al balón con un acierto del 45% en los pases y diez envíos largos precisos. En eso consistió la hoja estadística firmada ayer por un sereno y poco exigido Simón, que volvió a defender la portería del Athletic 104 días después tras sumar la pasada temporada la friolera de 63 encuentros oficiales y 5.940 minutos en las piernas con nueve prórrogas, tres tandas de penaltis y cuatro finales de por medio.

De vuelta a la acción, el de Murgia exhibió su habitual sosiego sin que toda la artillería que puso en liza el argentino Eduardo Coudet pudiera siquiera ponerle a prueba. El Celta, en su inútil afán por batirle, acabó el encuentro con Iago Aspas, Santi Mina, Brais Méndez, Franco Cervi, Augusto Solari y el recién fichado Thiago Galhardo como jugadores con indudable vocación ofensiva, pero ninguno de ellos consiguió poner en apuros a Simón, a quien Marcelino decidió devolver las llaves de la portería tras una conversación entre ambos que resultó decisiva.

Así lo reconoció el técnico asturiano en su comparecencia ante los medios de comunicación una vez finalizado el partido, cuando cuestionado por los motivos que le llevaron a apostar en Balaídos por el murgiarra explicó que el viernes en Lezama "no os pude adelantar nada, porque creía que primero debía saber la alineación el propio equipo y, después, porque todavía no había tenido esa conversación con él para decidirlo". "Ya dije que lo había visto bien y durante la semana había trabajado muy bien en un puesto específico que requiere no solo un estado físico adecuado, sino un estado mental y de activación óptimos. Se vio perfectamente dispuesto para jugar y, de acuerdo a lo que habíamos hablado anteriormente, actuamos", agregó al respecto Marcelino, quien dejó en el banquillo a un Agirrezabala que, convocado por Luis de la Fuente para estrenarse con la selección estatal sub'21 en los compromisos internacionales contra Rusia y Lituania el 3 y 7 de septiembre, había exhibido un notable rendimiento en las dos primeras jornadas ligueras ante Elche y Barcelona.

Con Jokin Ezkieta fuera de la convocatoria, el joven portero donostiarra, que podría jugar hoy con el Bilbao Athletic en el debut liguero de los cachorros en Zamora en caso de que el club lo considerase oportuno, ocupó plaza en el banquillo y fue Simón el encargado de recuperar su rol bajo los palos antes de concentrarse mañana con el combinado español absoluto bajo las órdenes de Luis Enrique.

La tranquilidad con la que el de Murgia vivió el choque de ayer se debió, en gran parte, al buen hacer de una defensa comandada una vez más por un inconmensurable Iñigo Martínez. Perfectamente escoltado por un sobrio Dani Vivian, quien continúa creciendo en cada partido que salta al terreno de juego y por unos fiables Iñigo Lekue y Mikel Balenziaga, el de Ondarroa volvió a erigirse en el líder de una zaga que rindió a las mil maravillas contra un Celta que se chocó una y otra vez contra el muro que levantó el Athletic en Balaídos.

Sirva como frío y revelador dato a nivel colectivo que, tal como se encargó de recordar Adurizpedia a través de Twitter, por primera vez en los últimos 36 años el Athletic, que suma solo un gol en contra en tres jornadas, ha conseguido dejar la portería a cero en sus dos primeras salidas ligueras de la temporada.