"Aquí tenemos una realidad política, social, empresarial y sindical distinta a la de otras partes del Estado. Una realidad que ha llevado a conseguir la firma de convenios autonómicos y provinciales y que prevalecen. Un derecho es lo que nadie te debe quitar. ¿Por qué tenemos ahora que dar un paso atrás en la defensa de unos derechos laborales conseguidos con el diálogo? Como dice la máxima latina, pactas un servanda, los pactos están para respetarse. Pero es que hay otra cuestión envenenada. Las fuerzas mayoritarias sindicales son distintas a otras partes del Estado. ¿Cómo le llamaríais vosotos a querer imponer allí donde no eres mayoritario unos convenios que has pactado en otro lugar donde sí que eres más fuerte?"