Un gol para alimentar la confianza

Se esperaba un choque cerrado ante el Getafe, pero al Athletic se le cayeron las ocasiones de gol del bolsillo hasta que, paradójicamente, el conjunto azulón se quedó en inferioridad numérica en un partido en el que el gol de Yuri Berchiche supo a poco. El lateral rojiblanco, en plena progresión tras dejar atrás su larga convalecencia, fue el único capaz de batir a David Soria, quien vio cómo los leones realizaban hasta veintidós disparos sobre su arco sin poder adjudicarse más de una diana. La firmó un futbolista alejado del área rival por su condición de lateral, pero siempre dispuesto a sumarse al ataque para sorprender a las defensas rivales con llegadas como la que desembocó este viernes en el gol del empate.

El tanto de Berchiche, en su cuarto partido de liga como titular, fue marca de la casa, pues el de Zarautz arrancó desde atrás, tiró una pared con Iñaki Williams y fusiló por arriba a Soria para celebrar con suma rabia un gol que no encontraba desde hace un año. La última vez que el guipuzcoano vio portería correspondía al derbi ante el Eibar, disputado también en San Mamés, en otro empate a uno registrado el 20 de marzo de 2021. Se celebraba entonces la vigésimo octava jornada de liga y el 17 del Athletic, con una inapelable volea con la izquierda, hizo imposible la estirada del serbio Marko Dmitrovic para adelantar a los bilbainos en el marcador antes de que Kike García, ahora en las filas de Osasuna, devolviera las tablas al electrónico.

Entre medias, una pesadilla. La temporada pasada, no en vano, finalizó para Berchiche tras la final de Copa perdida contra el Barcelona en La Cartuja el 17 de abril. Ni siquiera fue titular en tamaño envite el zarautztarra, aquejado de una pubalgia que le obligó a frenar en seco y que, tras no funcionar el tratamiento conservador al que fue sometido, derivó en una intervención en pleno verano que retrasó su reaparición hasta el pasado 13 de enero. Su esperado regreso a los terrenos de juego, que se consumó nueve meses después en la semifinal de la Supercopa ante el Atlético, se vio condicionado también por unos problemas en el talón que son ya pasado para un relanzado Berchiche que ansía reencontrase a sí mismo.

Y va por el buen camino. De hecho, fue uno de los rojiblancos más incisivos y voluntariosos más allá del gol, si bien en la segunda mitad acusó el paso de los minutos y el escaso recorrido completado en una temporada en la que parte con un déficit físico respecto al resto de sus compañeros debido a su largo periodo de inactividad. Sus incorporaciones al ataque, así como su solidez defensiva en el uno contra uno, sin embargo, comienzan a recordar poco a poco al futbolista que estuvo cerca de recibir la llamada de Luis Enrique dos años atrás y que figura como incontestable dueño de un carril izquierdo que comparte con el recién renovado Mikel Balenziaga.

ACCIÓN DE RIESGO

En el empate frente al Getafe, en el que el guipuzcoano se impuso en tres de los cinco duelos individuales a los que se enfrentó con un 79,7% de acierto en los pases y pleno de centros al área intentados con seis de seis, a Berchiche apenas cabe achacarle el manotazo con el que impacto en el rostro de Juan Iglesias dentro del área propia en los minutos finales del encuentro. La falta de voluntariedad en la acción a ojos del colegiado, no obstante, evitó que las protestas de los futbolistas del Getafe tuvieran éxito y afearan al de Zarautz una notable actuación a título individual decorada con un gol, el cual debe servir al lateral rojiblanco para ganar en confianza y tomar impulso en la búsqueda de su mejor versión.