Vida y estilo

Tres parajes naturales para visitar en Málaga si no quieres ir solamente a la playa

La provincia más pequeña Andalucía esconde destinos paisajísticos alejados del turismo de sol y mar que merecen la pena
Los acantilados de Maro son un espacio costero de enorme riqueza geológica e histórica.

Sierras calizas, zonas ribereñas, gargantas e incluso acantilados son algunos de los entornos que se esparcen por los espacios naturales protegidos que se reparten por Málaga. A pesar de su relativa poca extensión, esta es la más pequeña de las provincias que forman Andalucía, pero su riqueza paisajística es uno de sus mayores atractivos.

De hecho, cuenta con seis parajes naturales que forman parte de la Red de Espacios Protegidos de Andalucía, una de las que más. Aquí taremos tres de ellas para disfrutar de una Málaga para recorrer con botas y no con chanclas.

1. Sierra Crestellina

Sierra Crestellina es una formación montañosa y un paraje natural situado en el sureste de la provincia malagueña y protegido desde 1989. Tiene una extensión de 477,5 hectáreas en el municipio de Casares , uno de los pueblos blanco de la comarca.

Este complejo rocoso presenta una muchas curiosas formaciones fruto de la erosión y también pequeñas y escondidas calas de aguas muy limpias. La calidad de las aguas garantiza una gran biodiversidad en sus fondos. Así que además de las botas de senderismo también hay que echar a l mochilas unas gafas de bucear para disfrutar más. Para los que quieran iniciarse en el submarinismo pueden encontrar empresas que quiarán sus pasos.

Desde el mirador de la Torre de Maro se disfruta del espectacular Paraje Natural Acantilados de Maro-Cerro Gordo. La panorámica se compone de abruptos acantilados intercalados con playas y pequeñas calas de difícil acceso, mientras que en las laderas de la montaña cuelgan impresionantes terrazas cultivadas a grandes alturas.

Este enclave se extiende desde la torre de vigilancia costera de Maro hasta la Cala de Calaiza e incluye, además, una franja marina de gran valor ecológico. Realizando el sendero que se adentra en el Bosque del Cañuelo, se atraviesa por matorral mediterráneo y masas arbóreas de pino carrasco, junto con especies poco comunes como el buxus balearicas. Este arbusto tóxico soporta temperaturas extremas y puede llegar a vivir más de quinientos años. La presencia de aves, como lavanderas o gaviotas, acompañan durante el recorrido.

En las inmediaciones del paraje natural se encuentra la famosa Cueva de Nerja, donde además de su valor geológico también cuenta con importantes yacimientos arqueológicos del Paleolítico. Otras visitas pueden ser a la Torre de los Guardas, conocida como el Balcón de Europa, el Acueducto del Águila en el Barranco de la Coladilla o los restos de una calzada romana en el barranco de Maro.

22/07/2022