SELECTIVIDAD | Luis de la Herrán, psicólogo: "La ansiedad es una reacción natural, normal y útil"

Los nervios suelen acompañar a los momentos importantes y claves de nuestra vida. Y para muchos adolescentes hoy es uno de esos días porque se enfrentan a la selectividad. Los expertos subrayan que la ansiedad y los nervios son normales en estos casos. "La ansiedad no es un virus", destaca el psicólogo Luis de la Herrán. "Es una de las emociones básicas que tenemos y nos puede surgir en un determinado contexto. Eso que sufres o notas es normal. Es la reacción de que tu cuerpo está alerta", explica. 

"La ansiedad es una reacción natural y normal. Es útil. Los estudiantes necesitan nivel adecuado de ansiedad. Es malo ir sin ella", insiste. Se trata, por tanto, de saber gestionarla. Y en este aspecto nos ayudaría "no jugarnos todo a una carta porque sumamos más ansiedad. Previamente tenemos que haber visto varias opciones", detalla. 

El consejo para estos estudiantes de cara a este primer día y los siguientes es claro. "Si has estudiado y crees que lo sabes es importante que la víspera hagas un repaso suave, apuntes básicos, el descanso, beber agua, consumir alimentos energéticos, y es importante dormir y descansar y tomarse este momento del final con más parón", explica. 

Gestionar la frustración

Las madres y los padres tenemos también un papel fundamental que jugar. Porque nuestros adolescentes y jóvenes no se han acostumbrado a fracasar. "Nuestros adolescentes no experimentan frustración. Esto les pone en esa situación", señala. 

"La frustración y la ansiedad que deben estar en nuestra vida", afirma Luis de la Herrán. "Vemos llorar a nuestros adolescentes ¿y?", se pregunta. "Nos pasamos de sobreproteger y pensar que van a ser más fuertes si no sufren malestar. En la vida nos toca a veces disfrutar y otras sufrir. A los adolescentes les mandamos información contraria", advierte. 

"Como el mensaje de bienestar cale demasiado nos vamos a creer que no hay esfuerzo. Lo pasaremos mal pero se supera", prosigue. "Nos va a dejar cicatrices de pirata que no olvidamos nunca pero sí podemos gestionar. Podemos vivir con eso. No debemos ser perfectos", subraya. 

Es un tirón de orejas a los padres y madres porque tendemos a la sobreprotección. "Hay una imagen de padres helicóptero, no les dejan que vuelen. A veces pecamos de esto", advierte. "Dale caña pero en otro momento retírate y deja que las consecuencias naturales ayuden a que ellos aprendan", recomienda y pone un ejemplo. "Si te aviso 20 veces de que te levantes para que no te pongas el despertador y te aviso para que luego no te sientas mal, te hago flaco favor",