Menudo corte de vacilón para las hojas volanderas amarillas. Fue la edición digital de la cabecera vizcaína del Grupo Noticias la que informó en exclusiva, como hoy les damos cumplida cuenta en la versión de papel, de que durante 2024 se mantendrá la dichosa subvención del 50 por ciento de los transportes públicos del territorio. Así se decidirá hoy en la correspondiente reunión del Consorcio de Transportes de Bizkaia. Tienen a su disposición todas las explicaciones de los cómos y los porqués, que yo doy por buenas sin dejar de remitirme a lo que anoté aquí mismo hace unos días: la autoridad en la materia estaba pillada por salva sea la parte, sobre todo, después de la descomunal campaña populachera emprendida por quienes no van a aportar un céntimo a las rebajas. Peor que eso: por quienes ni se van a beneficiar de ellas porque tiran de BMV, Lexus, Mercedes o, como poco, Audi para sus rules, igual a las genuflexiones de rutina a los gurús empresariales de turno que a la vermutería de moda.

Este humilde servidor, que sí tira de metro y autobús como medios para llegar al currele y, por tanto, verá reducida su carga semanal en el equivalente a dos cañas y un zurito, arroja piedras contra su tejado y manifiesta que no está de acuerdo. Siento repetirme, pero no hay nada más injusto que las rebajas lineales independientemente de las rentas. Se me abren las carnes viendo a EH Bildu o Elkarrekin Podemos de la mano de PP y Vox reclamando la barra libre y dando pábulo al desparrame de lo gratis o semigratis, como si no nos costara una hueva a los contribuyentes de a pie mantener con nuestros riñones unos servicios públicos medio decentes. Así es como te viene, en el titular correspondiente, un iluminado que proclama que, sin el descuento, le sale más a cuenta hacer veinte kilómetros en coche (¡¡¡OTA incluida!!!) que en metro. Que aprenda a sumar, leñe.