Los candidatos a suceder a Truss tantean sus opciones para reverdecer el partido

El anuncio de dimisión de Liz Truss como líder conservadora y primera ministra ha vuelto a reabrir las heridas internas en la formación y ha puesto en entredicho la reputación del Reino Unido como país de buena gobernanza y pionero en la formulación de políticas.

Las luchas internas han definido a la formación en los últimos 30 años. En su día fueron sobre la permanencia o no en la Unión Europea (UE), que dieron paso a la victoria del brexit en el referéndum de 2016, y ahora las luchas fratricidas están centradas entre moderados y la derecha de la formación.

Lo cierto es que la carrera para suceder a Liz Truss ha arrancado con discreción y la líder conservadora en la Cámara de los Comunes y exministra de Defensa Penny Mordaunt fue la primera en confirmar ayer su intención de presentarse como candidata a las primarias de su formación para suceder a Liz Truss como primera ministra del Reino Unido. Mordaunt, de 49 años, declaró que ha tomado la decisión animada por el respaldo de correligionarios conservadores que “desean un nuevo comienzo, un partido unido y un liderazgo que anteponga el interés nacional”. Por todo ello, Mordaunt se presenta “para liderar el Partido Conservador y convertirse en primera ministra” con la intención de “unir al país, cumplir las promesas y ganar las próximas elecciones generales”.

Los aspirantes a encabezar el partido del Gobierno deben reunir el apoyo de al menos 100 de los 357 diputados tories antes de este lunes. Si solo un único candidato supera el umbral necesario para participar en las primarias, ese aspirante será designado nuevo líder del Partido Conservador el mismo lunes y heredará asimismo la jefatura de Gobierno.

En caso de que haya más de un aspirante, la decisión quedará en manos de los afiliados del partido, que elegirán al líder con una votación a través de Internet, cuyo resultado se conocería el próximo viernes, día 28.

Según el recuento de parlamentarios que han expresado públicamente sus preferencias que inició ayer el diario The Telegraph, 61 han indicado ya que se decantan por el exministro de Economía Rishi Sunak, que parte como favorito en las apuestas, aunque aún no ha confirmado oficialmente su participación en las primarias. Mordaunt, por su parte, ha logrado por ahora el apoyo público de 16 diputados, según las cuentas de The Telegraph.

Johnson, agazapado

Sin embargo, todo el mundo –la expresión viene más a cuento que nunca– está pendiente de los pasos del ex primer ministro Boris Johnson. Según los datos que maneja The Telegraph, cuenta con el respaldo de 40 diputados, pero, además, ministros del Ejecutivo que lideraba Truss han apoyado públicamente su regreso.

El ex primer ministro guarda silencio –está de vacaciones en el Caribe– y, oficialmente, nunca se ha pronunciado sobre su posible retorno. La diputada Nadine Dorries, considerada una estrecha aliada del antiguo mandatario, aseguró, sin embargo, que sí se está preparando para tratar de volver a la primera línea, según la BBC.

De momento, Johnson cuenta con el apoyo de varios ministros del Ejecutivo Truss. El responsable de Empresas y Energía, Jacob Rees-Mogg, tuiteó: “Boris o el fracaso”. El ministro de Defensa, Ben Wallace, se autoexcluyó de la carrera. “Mientras el partido comienza el proceso de búsqueda de un nuevo líder, me gustaría que conste que no voy a presentar mi nombre como candidato”, aclaró en su tuit.

El responsable de Defensa apuntó además que los motivos que dio la última vez para no presentarse “no han cambiado” y reconoció que se posiciona hacia Johnson como su opción favorita para reemplazar a Truss. En favor de Johnson, Wallace recordó su apoyo en el gasto en Defensa y el respaldo que logró en 2019.

Otros legisladores, en cambio, han dejado claro que no quieren ningún retorno sorpresa. “Tenemos que dejar atrás el psicodrama de Boris Johnson”, afirmó el diputado Crispin Blunt, respaldo de Sunak.