Lakua y Diputación compartirán al 50% la financiación del metro hasta Galdakao

Dicho y hecho. El pasado jueves, día 22, el lehendakari Urkullu anunciaba durante el Pleno de Política General la próxima firma del convenio con la Diputación Foral de Bizkaia para poner en marcha la línea 5 del metro y este martes, cinco días después, arrancaba la maquinaria burocrática para llevarlo a efecto. Se trata del acuerdo entre ambas instituciones que compartirán a medias la financiación de este proyecto: 360 millones de euros de inicio para una infraestructura que materializará la conexión de la red ferroviaria de Busturialdea y Durangaldea y su integración en la red metropolitana, como ya ocurriera en su día con la línea 3, la del Txorierri, operada por Euskotren. A esa inversión habría que sumar el coste correspondiente a la conexión con esos servicios ferroviarios.

El convenio establece que será Euskal Trenbide Sarea (ETS) quien redacte los estudios y proyectos técnicos, entre ellos los de viabilidad económica y evaluación de impacto medioambiental de esta ampliación del suburbano de 6,3 kilómetros desde Etxebarri hasta Galdakao. El ente público dependiente del Departamento de Transportes será también el encargado de efectuar la construcción de la nueva línea que estará dotado de cinco estaciones –Sarratu, Aperribai, Bengoetxe, Galdakao y el Hospital de Usansolo–, junto con su dirección de obras e inspección.

Así las cosas, el Gobierno vasco y la Diputación Foral de Bizkaia financiarán al 50% la nueva infraestructura con una inversión de 360 millones de euros entre 2023 y 2029. Los plazos previstos inicialmente apuntaban al año 2027 para entrar en Galdakao y dos años más para tener operativa la estación subterránea del hospital comarcal. Capacidad y solvencia financiera hay por parte de ambas administraciones para afrontar con recursos propios esos trabajos, aunque la actual coyuntura económica podría complicar el calendario debido a un incremento de los precios, como ya ha ocurrido con otras infraestructuras, como se ha vivido recientemente en Bilbao con la facultad de Medicina y Enfermería. Un escenario contemplado por ambas instituciones.

Con todo, se espera que en breves fechas sea el Parlamento Vasco el órgano que dé carta blanca al convenio aprobado este martes por el Consejo de Gobierno y, en semanas, se procedería a hacer lo propio en la institución foral, que no ha perdido el tiempo durante este impasse y ha ido preparando el papeleo obligado. Asimismo, ETS dispone de un proyecto constructivo ya definido “para afrontar esta importante ampliación del metro” y para hacer, además, “de inmediato”, apuntaban en febrero de este año fuentes del Departamento de Transportes.

En concreto, se apunta a once accesos para las cinco estaciones contempladas para la línea 5 del metro. Dos estaciones tipo caverna en el centro de Galdakao y el hospital, y la conexión con las líneas 1, 2 y 3 se hará desde la parada de Sarratu, que estará debajo del puente de la calle Baskonia y tendrá un único acceso a un vestíbulo y tres andenes para el correspondiente transbordo. Las estaciones de Aperribai y Bengoetxe serán construidas a ras de superficie, en paralelo a la N-634, tal y como adelantó DEIA al día siguiente de conocerse el acuerdo entre las partes para atender a esta demanda ciudadana con fondos propios, sin esperar a los que se puedan recibir desde la Unión Europea.

Las estaciones

Sarratu será “especial”, describían en aquellas fuentes de Euskal Trenbide Sarea. La razón para ello es que ofrecerá una intermodalidad inédita hasta la fecha. Será el nudo donde puedan hacerse los transbordos de todas las líneas del suburbano: 1, 2, 3 y 5 ya que el servicio gestionado por Metro Bilbao [líneas 1 y 2] contará con un nuevo ramal que se estirará poco después de la estación de Etxebarri hasta conectar con la nueva parada de Sarratu, donde existirán andenes para las líneas 3 y 5 que dependen de Euskotren, en una distribución idéntica a la estación urbana de San Inazio.

Las de Aperribai y Bengoetxe serán excavadas en una gran trinchera y luego cubiertas con placas de hormigón. Solo tendrán un acceso con escaleras en una cabecera, además del necesario elevador que conectará con el andén central ubicado. En su caso, “será un estilo a la estación de Sarriko, pero con unas dimensiones más modestas”, describían fuentes de ETS. La estación de Galdakao, por su parte, se ubicará en un punto neurálgico de la localidad: casi por debajo de la plaza Lehendakari Agirre, conocida popularmente como plaza Roja. Tendrá dos cañones de acceso y un ascensor “que buscarán la mayor centralidad posible” y si habría compararla con otras, se asemejaría a la de Moyua o Abando.

Y la parada que se construirá en las cercanías del hospital de referencia en la comarca contará con tres accesos y dos ascensores –de gran capacidad– que unirán la entrada principal del centro hospitalario con una galería que desembocará en los andenes. Los cañones de acceso se ubicarán en Labeaga, zona llamada a expandirse en el futuro, y en la entrada de la calle que da acceso al centro de Usansolo.

Cuando en febrero se hizo público el acuerdo interinstitucional para compartir gastos en la ejecución de esta infraestructura, el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, puso en valor que “esta nueva línea llega para seguir mejorando la calidad de vida de las personas, especialmente en Galdakao, Busturialdea y Durangaldea”.