Imanol Pradales se toma la agresión que ha sufrido como un incidente aislado que no representa a la mayoría de la sociedad vasca. El candidato del PNV a lehendakari fue atacado el martes en Barakaldo con un espray de pimienta a la salida de un mitin, en un contexto de campaña donde prima el contacto con la sociedad y los vecinos, y se multiplican las situaciones impredecibles. El agresor se aprovechó de la buena fe y la cercanía que le mostró el candidato jeltzale, que se le acercó para escuchar mejor lo que tenía que decirle, y le roció los ojos en ese momento. No tenía motivaciones políticas y se le conoce un amplio historial de antecedentes por hurto y lesiones. El atacante fue detenido “al segundo” según las fuentes consultadas por este periódico, y tendrá la obligación de comparecer al menos una vez al mes ante la justicia. Aunque el candidato ya contaba con protección y el episodio quedó rápidamente bajo control sin detectar motivaciones políticas, la Ertzaintza ha decidido evaluar el nivel de seguridad que tienen los aspirantes y reforzar las medidas para todos, según las fuentes consultadas en la consejería de Seguridad que dirige el vicelehendakari Erkoreka, para evitar en la medida de lo posible que se repita algo similar.
Se trata de hacer compatible la vida de campaña con la seguridad. Este no es un episodio inédito en la política del entorno, y ya lo sufrió en propias carnes Mariano Rajoy en 2015 con el puñetazo que recibió en pleno paseo electoral. En el caso vasco, todos los partidos políticos tienen su propia seguridad, y la Ertzaintza, por su parte, se acerca al lugar del mitin antes, durante y después de los actos. En los puntos especialmente calientes, donde se pueden producir choques entre ultras de diverso signo, la protección se refuerza. Las fuentes consultadas rechazan entrar en detalles sobre las medidas adicionales que se van a poner en marcha porque, como es habitual, los detalles de los dispositivos se mantienen en secreto para no dar pistas a quien quiere quebrantarlos.
Reconstrucción de la agresión
Aunque Pradales ha sido el primero en minimizar lo sucedido, ver lo ocurrido con perspectiva no le quita ni un ápice del disgusto y la ansiedad con la que vivieron él y su familia ese ataque. El candidato del PNV había participado unos minutos antes en el tradicional mitin de Barakaldo, en la Herriko Plaza. Se marchó antes de tiempo, nada más pronunciar su discurso, porque tenía que preparar el debate que comenzaría a las 22.15 de la noche en ETB-2. Eran aproximadamente las 19.30 de la tarde. Pradales se dirigía a su coche cuando su atacante se le acercó y “balbuceó algo”, según relató él mismo en las entrevistas ofrecidas en TVE y la Cope. Se acercó a él para escuchar qué decía y fue entonces cuando le roció en el ojo izquierdo y, cuando se retiró, el espray le cayó en el otro lado de la cara. “Prácticamente estuve 10 minutos ciego”, relató Pradales. Hay que tener en cuenta que, en aquel momento, el candidato no tenía ni la menor idea del líquido que le habían arrojado, si era espray o algún tipo de ácido con consecuencias irreversibles.
El voluntario que lo acompañaba también resultó herido. En aquel momento, dos personas asistieron a Pradales, que no veía absolutamente nada, y lo llevaron a un bar para que pudiera lavarse los ojos. Lo acompañaron igualmente al hospital de Cruces. “Estaba completamente ciego”, relató. Los allí presentes relatan un gran tumulto, y se escuchó cargar al agresor contra una decisión administrativa que le quitó la custodia de sus hijos, cuestión que no se confirma oficialmente.
En el hospital, lo atendieron los oftalmólogos de urgencias Endika y Sofía. La Ertzaintza tenía a buen recaudo el bote de espray y se lo entregó a los médicos para que pudieran definir el tratamiento más adecuado, que de todas formas no le ahorró la incomodidad a Pradales, que estaba muy tocado con algunas quemaduras internas en los párpados. En cuanto recuperó la vista, cogió su teléfono para llamar cuanto antes a su mujer y a su ama, que eran un manojo de nervios porque habían leído los titulares de las páginas web de los medios de comunicación y desconocían el alcance de las lesiones.
Debate y denuncia a las 2.00 de la madrugada
Aunque su asistencia al debate pendió de un hilo hasta el final, Pradales acudió al plató de ETB-2 y, tras recibir las muestras unánimes de solidaridad de todos los candidatos, se centró en desgranar sus propuestas. Eso sí, la mitad del debate se lo pasó sin ver por el ojo izquierdo. A la salida, pasada ya la medianoche, todavía le quedaba acudir a la comisaría de la Ertzaintza para interponer la denuncia, algo que hizo a las 2.00 de la madrugada. A su casa en Portugalete llegó sobre las 2.30 y, con la adrenalina del momento, casi no pudo conciliar el sueño. A las 8.00 ya estaba atendiendo entrevistas. El agresor, un varón de 49 años, se enfrenta a penas de hasta tres años de cárcel por delito electoral y dos de lesiones.
En libertad provisional con medidas
El Juzgado de Instrucción 4 de Barakaldo ha dejado en libertad provisional al detenido por lanzar espray de pimienta a Imanol Pradales, aunque tendrá la obligación de comparecer el día 1 de cada mes y siempre que se le llame. Se enfrenta a dos delitos de lesiones (contra Pradales y un voluntario que lo acompañaba), y un delito electoral, para el cual se pueden solicitar penas de prisión de seis meses a tres años o multa de doce a veinticuatro meses. Se puede pedir para aquellos que “impidan o dificulten injustificadamente la entrada, salida o permanencia de los electores, candidatos, apoderados, interventores y notarios en los lugares en los que se realicen actos del procedimiento electoral”.