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Verdadero o Falso

Instalan un holograma de Jesucristo en una iglesia suiza para los feligreses que van a confesarse

Un experimento de la Universidad de Lucerna con inteligencia artificial provoca el debate entre los fieles de la capilla
Una imagen de Jesucristo creada con inteligencia artificial.
Una imagen de Jesucristo creada con inteligencia artificial. / Freepik

Se le suele reprochar a la Iglesia que no vive en su tiempo, que se ha quedado anclada en el pasado y que no se adapta a la evolución que lleva la sociedad. Pues bien, aunque parezca difícil de creer (y no se trata de fe), la inteligencia artificial (IA) ha llegado a la Iglesia católica y lo ha hecho de una manera que nadie esperaba.

Un holograma de Jesucristo

Ha sucedido en la ciudad suiza de Lucerna, en la capilla de San Pedro, la iglesia más antigua de la localidad, que se ha convertido en un centro de experimentación tecnológica. Allí se ha instalado durante unos meses (entre agosto y noviembre) un holograma de Jesucristo, con el nombre de Deus in Machina, impulsado por inteligencia artificial, que ha sido capaz de conversar con fieles y curiosos llegados de todo el mundo.

El holograma fue instalado en el confesionario del templo en el marco de una colaboración artística con la Universidad de Ciencias Aplicadas y Artes de Lucerna que tenía como objetivo propiciar un debate crítico sobre las oportunidades y riesgos del uso de la IA en el ámbito de la religión. Además, también era una forma de atraer hacia la Iglesia a personas muy alejadas de ella pero que tuvieran un interés en intercambiar ideas con una inteligencia artificial de Jesucristo.

En más de cien idiomas

De este modo, se entrenó al programa con los textos teológicos que se encuentran subidos a internet en más de cien idiomas, con lo que el holograma no sólo pudo interactuar con los suizos (allí se habla francés, italiano y alemán), sino con más de mil personas llegadas de muchas partes del mundo y en sus propios idiomas durante los meses que duró el experimento, según ha afirmado la Universidad de Lucerna.

Con el experimento se trataba de ofrecer una alternativa a aquellos que se sienten incómodos cuando acuden a confesarse ante un sacerdote. El holograma proyectaba la cara de Jesucristo en tres dimensiones e interactuaba con los fieles por medio de una pantalla a través de la reja del confesionario, respondiendo incluso a algunas preguntas teológicas, pero siempre coincidiendo con la visión de la iglesia que lo acogía.

No confiesa 'oficialmente'

Eso sí, aunque ese particular Jesucristo participó en conversaciones con los fieles, no llegó a ofrecer en ningún momento el sacramento de la confesión, algo que no habría sido bien visto por la institución religiosa. Pero es que además los creadores del proyecto aseguraron que ni era su intención ni hubiera sido posible, porque la inteligencia artificial, muy válida para muchísimas otras cosas, no puede abordar los dilemas espirituales complejos con la misma empatía y profundidad que una persona dedicada al sacerdocio.

De hecho, en ningún momento el holograma estuvo sólo en el confesionario, sino que siempre que permaneció activo había un sacerdote en la parroquia para atender las confesiones.

Alabanzas y críticas

La instalación artística, que se despidió hace unos días después de realizar una presentación y un debate para hacer balance de los resultados del proyecto, despertó críticas en las redes sociales, fundamentalmente de los feligreses habituales de esa iglesia. Sin embargo, según los sondeos de los organizadores, dos de cada tres visitantes afirmaron que tuvieron "una experiencia espiritual positiva" con el holograma.

2024-12-10T14:55:03+01:00
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