Gipuzkoa

De Socrates, Nietzsche y Schopenhauer, a dominar el hierro en la forja

El herrero navarro Iñigo Chivite protagonizó una demostracion en el Museo de la Máquina Herramienta de Elgoibar en la que afirmó que “habrá herreros mientras haya clientes dispuestos a valorar lo único, lo artesanal"
Iñigo Chivite, durante la exhibición de herrería que ofreció en el Museo de la Máquina Herramienta de Elgoibar
Iñigo Chivite, durante la exhibición de herrería que ofreció en el Museo de la Máquina Herramienta de Elgoibar / Aitor

En un rincón de Aós, un pequeño concejo de la merindad de Sangüesa situado en la localidad de Longuida, Iñigo Chivite golpea el hierro con la misma paciencia y concentración con la que no hace tanto meditaba sobre Aristóteles, Nietzsche, Schopenhauer o Kant.

Este joven de 31 años, que estudió Filosofía y posee el máster universitario que le capacita para ser profesor de Secundaria, da rienda suelta a su verdadera vocación, la herrería, en un taller en el que pasa las horas moldeando el el metal a golpe de martillo.

Museo de la Máquina Herramienta

La tarde del viernes, el Museo de la Máquina Herramienta de Elgoibar fue testigo de su trabajo en una demostración incluida en un programa de visitas guiadas.

Durante el recorrido, los asistentes no solo vieron más de cerca cómo es el trabajo del herrero sino que, además, pudieron conocer cómo eran los talleres que iniciaron la revolución industrial y económica que ha llevado al País Vasco a su desarrollo actual, admirando las máquinas originales que se exponen en el museo elgoibartarra.

Autodidacta

Justo al lado de la recreación del taller, Chivite preparó la fragua para malear el hierro y darle las formas que buscaba.

El joven navarro viene realizando esta misma operación desde hace más de una década, cuando sintió la llamada del fuego y el hierro.

“Siempre me ha gustado el trabajo manual. En mi familia no hay tradición de herreros ni tengo referencias cercanas que me llevaran a desempeñar esta actividad, pero la verdad es que era algo que me atraía hacer. Me fui metiendo poco a poco, primero con un curso de cuchillería en Cantabria y luego montando mi propio taller en una bajera del pueblo. Todo ello lo hice de modo autodidacta, con muchas horas de práctica y recabando información allí donde pude, incluido internet, aunque pueda sonar poco romántico”.

Sin miedo a los apagones

El espacio en el que Chivite da rienda suelta a su labor es una herrería a la que ha ido dando forma poco a poco. En ella se refleja un modelo de trabajo que, en líneas generales, ha permanecido inalterable a pesar del paso del tiempo.

“La esencia de la forja no ha cambiado en sus miles de años de historia. Uso una fragua de carbón mineral, un fuelle manual, yunque, martillos y tenazas que me he ido fabricando yo mismo. Con el paso del tiempo se ha incorporado la electricidad a elementos como fuelles, aparatos de soldadura y otras herramientas como amoladoras que hacen más fáciles algunos trabajos, pero lo cierto es que en el caso de un apagón como el que hemos vivido hace unos días, un herrero podría seguir trabajando totalmente ajeno a la falta de energía eléctrica."

La visita al museo elgoibartarra y la muestra de herrería hizo las delicias de los asistentes

La visita al museo elgoibartarra y la muestra de herrería hizo las delicias de los asistentes Aitor

Sin relevo generacional

Chivite es a día de hoy uno de los últimos herreros en Navarra. “En esta comunidad podemos contar con los dedos de una mano los que nos dedicamos a la herrería, y el número va a menos”, afirmo el joven herrero navarro.

Al igual que sucede en otras muchas actividades, no hay relevo generacional. De hecho, el herrero que durante años desempeñó este oficio en Sangüesa, una localidad muy cercana al lugar en el que reside, se jubiló recientemente y su hijo no ha querido continuar la labor de su padre.

Reparaciones y proyectos por encargo

Desde que dio inicio a este proyecto, Chivite ha hecho de todo, desde piezas artísticas y cuchillería hasta reparaciones vinculadas a elementos de maquinaria agrícola y cocinas económicas que a día de hoy se siguen utilizando en entornos rurales. Pero su objetivo está claro: diferenciarse a través del valor artesanal.

“La industria está acabando con el herrero tradicional. Razones de coste dan lugar a que elementos meramente funcionales que antaño eran realizado por el herrero en zonas rurales como la que vivo, ahora se adquieran a empresas que producen en serie. Por eso creo que el futuro de la herrería pasa por dar respuesta a encargos personalizados y a trabajos exclusivos que, más allá de la fabricación de una simple reja o un balcón por razones funcionales, aporten algo especial y diferente para el cliente está dispuesto a pagar las horas de trabajo que supone hacer esa labor”.

El éxito de 'Forjado a fuego'

El hecho de desarrollar su actividad en un oficio tradicional amenazado por la desaparición contrasta con la legión de seguidores que tiene en el mundo un programa de televisión centrado en la fabricación de cuchillos, espadas y otras armas blancas, como Forjado a fuego. De hecho, son muchas las referencias a este programa que le hacen los que ven el trabajo de Iñigo Chivite en las ferias tradicionales y medievales en las que participa a lo largo de año.

Vista de la fragua y la zona de forja del Museo de la Máquina Herramienta de Elgoibar

Vista de la fragua y la zona de forja del Museo de la Máquina Herramienta de Elgoibar Aitor

Un 'reality' con la forja como eje

La mayor parte de las ferias en las que toma parte tienen lugar en Navarra, pero también ha acudido con su fragua a ferias en otras provincias como Guadalajara o Soria.

Afirma haber visto alguna vez el programa, pero reconoce no ser un fiel seguidor de lo que define como un reality.

“Lo ve mucha gente y cumple su función de entretenimiento, pero no refleja lo que de verdad es este oficio. A veces lo veo por curiosidad, porque luego todo el mundo me pregunta, pero para mí no tiene valor técnico relevante, aunque alguna vez sí que aprendes algo”.

El valor de lo artesanal

Los que vieron trabajar a Iñigo Chivite en la forja del Museo de la Máquina Herramienta pudieron conocer las particularidades de un oficio cada vez más minoritario. Su futuro no parece halagüeño, pero el herrero navarro cree que hay espacio para la esperanza. “Habrá herreros mientras haya clientes dispuestos a valorar lo único, lo artesanal. Mientras exista esa demanda habrá un lugar para nosotros”.

2025-05-04T18:32:17+02:00
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