Crimen de Boroa: 18 lesiones por la espalda y ninguna defensiva

El lunes se hará entrega del objetivo del veredicto al jurado -compuesto por siete mujeres y dos hombres- tras lo que comenzarán a deliberar sobre la responsabilidad en los hechos del acusado, que finalmente se enfrenta a una petición de 18 años de prisión tras un acuerdo entre las partes. De entrada, J.M.G. ha confesado que mató a su tío y que lo hizo por una motivación económica. Ya lo había hecho ante la Ertzaintza, pero esta semana lo ha hecho en sede judicial.

En las consideraciones finales habrá distintos aspectos a tener en cuenta. Uno de ellos ha quedado meridianamente claro en la sesión de hoy: la víctima, su tío de 66 años, no se defendió. Esa es al menos la conclusión principal de la autopsia y la lectura forense que se extrae de las lesiones que presentaba: al menos 18 golpes y todos por la espalda; y ninguna señal de que hubiera podido plantar cara a su agresor, con quien mantenía una estrecha relación.

La fiscal ha sostenido que se trató de "un ataque planificado, sorpresivo y con absoluta indefensión". La acusación particular -que ha rebajado su petición inicial de condena- ha indicado que la alevosía es, en este caso, "más que obvia". El letrado ha insistido en que el acusado golpeó a la víctima “por sorpresa”, y “no le dio una mínima atención" mientras estaba herido e intentó "encubrir el delito" simulando "una llamada falsa" de su tío.

Durante esta última sesión del juicio que arrancó el pasado lunes en la Audiencia de Bizkaia, el abogado defensor que pedía en un principio la absolución de su cliente ha afirmado que por orden de su defendido "se adhería" a las conclusiones de ambas acusaciones, que no incluyen ninguna atenuante y apuntan al móvil económico, y "pedía perdón". El acusado, de 41 años y en prisión provisional desde que ocurrieron los hechos, no ha hecho uso de su derecho a la última palabra.