Bomberos llegados de toda Europa luchan contra el fuego en Las Landas y la Gironda

El fuego ha calcinado ya 7.400 hectáreas en el norte de Las Landas y en el sur de la Gironda. El incendio ha ralentizado su expansión pero todavía no está controlado, sigue avanzando aunque no con la virulencia de las primeras horas. Eso sí, dicen los bomberos, las llamas tienen un comportamiento errático y el perímetro del incendio alcanza ya los 40 kilómetros. Hay 10 mil personas evacuadas y 17 viviendas quemadas en la localidad de Belin Beliet.

Los bomberos franceses están recibiendo refuerzos llegados de toda Europa. Se lucha contra las llamas por aire y por tierra. Por aire, hay ya una decena e aviones tratando de apagar las llamas, algunos llegados de Grecia y Suecia. Por tierra, más de 1.300 bomberos franceses. Han llegado ya efectivos alemanes y se espera en las próximas horas la llegada de refuerzos Polonia, Austria y Rumania, con unos 360 bomberos y 101 vehículos.

Una lucha titánica que está recibiendo el agradecimiento de la población. Muchos vecinos de la zona, los que todavía pueden continuar en sus viviendas han comenzado a colgar en las fachadas de sus viviendas carteles dando las gracias y apoyo a los bomberos. Parte de ellos, por cierto son voluntarios.

La A-63, la principal vía que une Bayona con Burdeos, continúa cortada, aunque en un tramo menor que ayer, y por el paso fronterizo de Biriatu ya pueden cruzar los camiones. Esto ha aliviado el caos circulatorio que se vivió ayer en la zona, con retenciones que superaron los 7 kilómetros y que afectaron tanto a la AP8, como a la Gi 636, la N 121-A y la zona de Zaisa. Hoy, de momento, normalidad en el tráfico de la zona.

El incendio que asola desde el martes la zona norte de Las Landas y el sur de la Gironda se debe a la reactivación del fuego que se creía extinguido en julio y que entonces calcinó en esta zona 21.000 hectáreas. Lo que ocurre es que es una zona con el suelo de turba, lo que propicia que el fuego quede latente en el subsuelo, le llaman "fuego zombi". No se ve en superficie pero cuando se da la regla del 30, más de 30 grados de temperatura, menos de 30 por ciento de humedad y vientos de más de 30 kilómetros por hora, se convierte en el escenario perfecto para que las llamas vuelvan a aparecer.