Bilbao Basket juega este viernes en Miribilla (18:30) el último partido de la Liga ACB y lo hará ante el Barcelona. Jaume Ponsarnau ha atendido a los medios en la antesala del último partido de la temporada, un duelo que se percibe más como celebración que como trámite. "Estamos en un momento muy positivo. Se ha trabajado muchísimo desde hace años para llegar hasta aquí. Ahora empieza una nueva etapa, con más posibilidades presupuestarias y con la ilusión intacta".
Aunque el club no se juega nada a nivel clasificatorio, el encuentro ante el Barça en Miribilla no será uno más. Por un lado, se trata del cierre del curso, y por otro, podría ser la despedida de varios jugadores clave, aunque el hermetismo y la prudencia marcan el discurso del cuerpo técnico. "Es difícil hablar de nombres. Los aficionados querrían saber a quién van a ver por última vez vestido de negro, pero no es el momento. Lo que puedo decir es que este grupo es inolvidable".
Con un tono de profunda gratitud hacia el vestuario, Ponsarnau reconoció que "este ha sido uno de los equipos que más ha disfrutado entrenar. El nivel de compromiso, la química, el ambiente… Ha sido un grupo muy especial. Pase lo que pase mañana, no lo olvidaré nunca. Me han hecho sentir muy realizado como entrenador".
Respecto al rival ha dicho que " el Barça llega al partido con la mente puesta en los playoffs, lo que supone una motivación extra. Vienen en un gran momento. Han recuperado equilibrio en su rotación y, aunque el martes tienen un compromiso importante, seguro que querrán mantener el ritmo competitivo. Nos estamos preparando para jugar al máximo nivel".

Jaume Ponsarnau (Foto: Onda Vasca)
Ha destacado Ponsarnau que "uno de los puntos más destacados de la temporada ha sido el rendimiento de la pareja de bases, especialmente Frey, quien ha dejado en el aire su continuidad". Ponsarnau no confirmó su renovación, pero sí dejó claro el peso que ha tenido en el equipo: "Nuestra mejor posición ha sido la de base. Dos jugadores que han dado un salto enorme, que han liderado y aún tienen margen de mejora. Estoy muy satisfecho".
Mirando al futuro, el entrenador no ocultó cierto optimismo. "Sí, firmaría tener más recursos y alternativas de juego el año que viene. Pero más allá del presupuesto, este año hemos ganado como grupo, desde lo colectivo, compartiendo protagonismo, superando lesiones y adversidades. Eso también es crecer".
Por último, el técnico anunció que el partido también supondrá un reto personal: decidir qué jugador queda fuera de la convocatoria. "Será el descarte más difícil del año. Pero quiero que todos sientan que participan, que tienen minutos, que se despiden con sensaciones buenas. Solo juegan cinco, pero todos han sido clave en esta última cacería de lobos". Con el telón a punto de bajar, Miribilla se prepara para vivir una noche especial. Puede que sea la despedida de algunos, la continuidad de otros y el prólogo de una nueva era. Pero lo que es seguro es que el Bilbao Basket, tras sanar sus cuentas y conquistar Europa, ha demostrado que está más vivo que nunca.