Barakaldo vive una fiesta total

Jornada de fiesta en un Barakaldo que vivió por todo lo alto la celebración del ascenso de la entidad fabril. En una jornada redonda para el club gualdinegro, la masa social disfrutó durante todo el día de lo lindo, antes y después de la victoria ante el Padura. No todos los años puede celebrarse un ascenso y menos de la manera en que lo ha logrado este año el Barakaldo. En pleno mes de marzo, aún con cinco partidos para despedir la temporada, el único registro que le falta por batir al conjunto de Imanol de la Sota es el de terminar la competición sin ser derrotado.

La afición gualdinegra tenía ganas de fiesta tras tres años de penurias, en que el club ha estado incluso cerca de desaparecer. Desde primera hora de la mañana, balcones y escaparates aparecieron engalanados con banderas, bufandas y camisetas amarillas y negras. El programa festivo comenzó a las 13:30 con un pintxopote en la calle Zaballa, amenizado en todo momento por una txaranga. Durante algo más de dos horas, los aficionados pudieron calentar a su manera para esperar al autobús del equipo, que hizo su aparición en Juan de Garay a las 15:45. Entonces se desató la pasión con bengalas y cánticos y comenzó la lenta bajada hacia el campo de Lasesarre, que acogió en sus aledaños con varios ambigús a la hinchada gualdinegra.

Victoria sin alardes

El encuentro ante el Padura resultó muy igualado y las defensas se impusieron a los ataques. Tras una primera media hora sin apenas ocasiones, pero en que los visitantes avisaron en un par de faltas laterales, llegó el gol del Barakaldo. Ekaitz, de fuerte disparo desde la frontal, batió a Fano y abrió el marcador. Sin embargo, el Padura no quiso ser un mero invitado a la fiesta y al tercer balón lateral, consiguió el empate. Falta desde la izquierda y la volea de Txaber, inapelable a la escuadra. Poco antes del descanso, de nuevo Ekaitz lo intentó desde la frontal, pero esta vez el intento se le fue por encima del larguero.

Nada más comenzar la segunda parte, en el primer ataque de los locales, Castrillejo, de nuevo desde la frontal del área, batió a Fano con un potente derechazo. De ahí al final el marcador ya no se movió pese a los intentos del Padura por llegar al área de Campo.

Entrega del trofeo

Finalizado el encuentro, se procedió a la entrega del trofeo de campeón del grupo, una estampa que los más jóvenes del lugar aún no habían tenido oportunidad de vivir. Desde el año 2002 el club fabril no se proclamaba campeón, en aquel caso en la extinta Segunda División B y bajo las órdenes de Peio Aguirreoa. Todavía no se había trasladado el Barakaldo al nuevo estadio de Lasesarre. Altair Reyes, como capitán, recogió el trofeo que engrosará las vitrinas del club antes de que la fiesta se trasladara a la Herriko Plaza, con el recibimiento al equipo que tributó la afición al completo. El fin de fiesta seguro que trasladó a muchos a donde todo había empezado por la mañana, y donde seguro que la fiesta continuó hasta altas horas de la madrugada.

Así recibieron los aficionados del Barakaldo al club fabril para celebrar su ascenso Cedido