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Athletic: la hora de la verdad para alcanzar otra final de Copa

Raúl García celebra su gol anotado en el partido de ida de las semifinales de la Copa celebrado en San Mamés.
Raúl García celebra su gol anotado en el partido de ida de las semifinales de la Copa celebrado en San Mamés.

Es el día D. Es el encuentro en el que el Athletic se juega el billete a su tercera final de Copa de manera consecutiva, un hito histórico que no se producía desde la década de los 40 del siglo pasado. Es también un partido definitivo después del tenso duelo de la ida en San Mamés, por lo que se esperan como mínimo 90 minutos atronadores. Si el choque ya llega precedido por el ruido generado por algunas declaraciones fuera de tono en la ciudad del Turia desde el primer asalto, ayer martes la ciudad de Valencia vivió el día inaugural de la mascletá, que anuncia la celebración inmediata de sus Fallas. Una tradición que concentró a decenas de miles de personas en la plaza del Ayuntamiento y aledaños para vibrar durante seis minutos intensos con un estruendo que rompía los tímpanos del personal, encantado de disfrutar de semejante detonación que fue a más hasta hacer temblar el asfalto y ocultar durante instantes el sol por culpa de la tupida nube de humo generada por los cohetes. El Athletic es consciente de que en Mestalla le aguarda desde el minuto cero un estallido a modo de mascletá, por lo que le toca hacer oídos sordos, hablar en el césped y acallar a un Valencia que será fiel a su técnico y propondrá un partido a cara de perro, muy propio de lo que hay en juego.

El encuentro reúne todos los ingredientes de una semifinal de Copa en toda su expresión. El matiz emotivo es evidente, pero el mismo requiere cabeza fría, que no será asunto fácil. El 1-1 de San Mamés decidió casi nada, porque esta noche lo único que le vale a los dos equipos, una vez que se ha desactivado el valor doble de los goles como visitante en caso de empate, es la victoria, al margen del azar que supone dejarlo todo para la fatídica tanda de penaltis. Es también un duelo de desgaste mental que empezó incluso en las ruedas de prensa que ofrecieron ayer martes los dos entrenadores. Bordalás, al que le gusta meterse en el barro dialéctico, dijo que la resolución de la eliminatoria se encuentra al 50%, quitándose un pelín de presión, y Marcelino respondió que el Valencia, al que conoce perfectamente por dentro, es favorito por el hecho de jugársela ante su gente, que, se quiera o no, es también una forma de presionar al equipo che, sabedor de que su afición se suele inquietar si su equipo se pone por detrás en el marcador. La batalla psicológica, por tanto, ofrecerá un puntito de impacto que podría inclinar la balanza en un sentido o en otro.

Bordalás y Marcelino coincidieron el pasado fin de semana en tirar de rotaciones en sus respectivos compromisos ligueros. Al primero le salió bien en Son Moix y al segundo no en el Camp Nou, aunque también es incuestionable el mayor tiempo de descanso entre los dos partidos del que ha gozado el Valencia respecto al Athletic, con solo 7 horas de refresco, una desigualdad que retrata la también polémica desatada sobre los horarios. Ya sea por hache o por be, los dos técnicos pondrán en liza a sus mejores hombres disponibles. Marcelino puede estar satisfecho en este sentido, ya que no cuenta con ninguna baja, lo que es hasta anómalo a esta alturas de la película. Así las cosas, el asturiano aplicará su idea habitual, con un once prácticamente conocido y en el que solo afloran las incógnitas de conocer si apostará en la medular por Unai Vencedor o por Mikel Vesga, y quién será el acompañante arriba de Iñaki Williams en función de si buscará el músculo de Raúl García o la imaginación de Oihan Sancet.

Sea como fuere, Marcelino tiene bien estudiado el partido, que espera sea muy similar al de la ida, con mucha pelea y continuas interrupciones de juego que no ayudarán a que el Athletic imponga su alto ritmo de juego. Como ocurre en este tipo de citas de máxima exigencia, los detalles serán determinantes a la hora de romper el resultado ante el equipo de Bordalás, que podrá disponer de Gayá, que ha sido duda por molestias musculares, y de Gabriel Bautista, que ya jugó el sábado en Mallorca y donde fue el autor del gol que firmó la victoria che; por lo que el alicantino se decantaría de nuevo por la opción de comparecer con tres centrales, al mismo tiempo de fiar su capacidad ofensiva a la inspiración del portugués Guedes y de Hugo Duro, que anotó el 1-1 definitivo del partido de ida. Es decir, la pólvora está asegurada a la espera de que explote a favor de uno u otro equipo. Y el Athletic quiere el premio.

antecedentes recientes

Positivos

OCHO SEMIFINALES SUPERADAS. El Athletic se presenta en Mestalla con el aval de haber superado las últimas ocho semifinales que ha disputado en las diferentes competiciones posibles. Cabe recordar que en la Copa accedió a las finales de 2009, 2012, 2015, 2020 y 2021 después de eliminar en este orden cronológico a Sevilla, Mirandés, Espanyol, Granada y Levante. En la Supercopa de 2021 hizo lo propio con el Real Madrid y en la de este año, con el Atlético de Madrid; y en la Europa League de 2012 llegó a la final de Bucarest tras tumbar al Sporting Portugal.

2022-03-02T12:47:15+01:00
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