El colegio Askartza Claret de Leioa ha comenzado el curso con una novedad importante en las aulas. Se trata del sistema Yonder, una herramienta con la que se busca restringir el uso de los teléfonos móviles por parte de los alumnos en las horas de clase.

Nagore Bilbao, directora del centro escolar, asegura en declaraciones a Onda Vasca que se trata de un sistema "muy sencillo", que consiste en una funda de neopreno semirrígida en la que el alumnado debe introducir su teléfono móvil (y el smartwatch) apagado cuando escuche la sirena de entrada a las aulas. Una vez introduzcan los dispositivos, pulsan el único botón y la funda queda sellada. "Llegan al aula, se comprueba que todas están selladas y a partir de ese momento permanece sellada en todo el horario lectivo, en todo el horario escolar durante toda la jornada. Luego ya, al finalizar la jornada, abrimos unas cajas donde se encuentra el imán, que es el punto de desbloqueo para poder desbloquear la funda y abrirla", detalla Nagore Bilbao.

Estas fundas, tal y como destaca la directora de Askartza Claret, se mantienen cerradas durante todo el horario lectivo, que también incluye los patios o el momento de la comida, al estar considerados como momentos lectivos. Esta herramienta se implementa ahora, aunque desde el año 2018 ya existía una normativa para prohibir el uso de los dispositivos móviles en las aulas. Sin embargo, consideraron necesario implementar esta medida ya que había quien intentaba llevar a cabo "triquiñuelas", mandando, por ejemplo, mensajes a escondidas a otros compañeros. "Casualmente una de nuestras alumnas estaba estudiando en el Reino Unido y tenían este sistema implantado. Le comentamos cómo funcionaba y ella nos decía, 'Bueno, para nosotros jóvenes y adolescentes un poco tedioso al comienzo, pero es verdad que es eficaz y que funciona bien.' Entonces, nos decantamos por Yondr", añade Nagore Bilbao.

La directora de Askartza Claret considera que el uso excesivo de los teléfonos móviles es perjudicial, ya que se está viendo "mermado" el "bienestar emocional" de los jóvenes, tal y como lo avalan ciertos estudios. Además, opina que todavía es pronto para poder llevar a cabo un diagnóstico sobre este sistema, aunque sí que han podido observar menos "incursiones al baño".