El aumento de agresiones sexuales en el primer semestre del año hasta un 54% respecto a 2019 preocupan a las instituciones y a la ciudadanía. La directora de Emakunde, Izaskun Landaida subraya que los datos demuestran que hay que seguir trabajando. "Detrás de una agresión, hay una mujer que sufre", subraya,
Ahora bien, pide que miremos esos datos "con perspectiva". Recuerda Izaskun Landaida que antes esto se gestionaba desde el ámbito privado. "Ha pasado a ser un problema de orden social y están aflorando más casos. Vemos que hace 20 años no se denunciaba y hoy sí y nuestra sociedad está más sensibilizada", subraya.
La solución del problema no es única. "No hay recetas mágicas. Cada uno debe actuar en su ámbito de influencia en el día a día", destaca. "Cada vez se trabaja más y la sociedad está más concienciada. Es un problema local, estructural y multidimensional en cuya base está la falta de igualdad", matiza. Considera muy importante, en este sentido, que la víctima se sienta "arropada".
Prudencia con los mensajes
Landida pide tener presente que la violencia contra las mujeres busca "coartar su libertad", hace que limiten sus movimientos. "Por eso cuando se lanzan alertas sobre la inseguridad en las calles hay que hacerlo con prudencia. No contribuir al miedo. Es un error poner la responsabilidad de todo en ellas", afirma.
Esto no significa que critique medidas como las paradas a demanda durante las fiestas pero, puntualiza, "con una sola medida esto no se arregla". Hay que poner medidas en diferentes ámbitos, educación, sensibilización. "Lo que creo que debemos tener presente es que al ser un problema estructural la solución vendrá de la suma de diferentes medidas", señala.
"Debe primar el respeto. No puede estar reñida la fiesta con el respeto. Nada justifica una actitud sexista ni la fiesta ni el alcohol y la sociedad está cada vez más convencida de esto", afirma. Eso sí reconoce que "queda camino por recorrer".
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