Vitamina para la moral del Alavés antes del derbi con el Athletic

LO que funciona no se toca. Menos, si cabe, cuando los resultados tardan tanto en llegar como en el caso del Alavés, sin puntos en la clasificación hasta su sufrida victoria ante el Atlético el pasado sábado en Mendizorrotza. Colistas hasta entonces en compañía de un desnortado Getafe que continúa con un sintomático rosco en la tabla, los gasteiztarras respiraron hondo tras tumbar por la mínima a los colchoneros y se espera que, seis días después, den continuidad este viernes en San Mamés al renovado plan de Javier Calleja. El técnico babazorro, con la soga al cuello tras no puntuar en los cinco primeros compromisos ligueros de un Alavés que vio aplazado su encuentro correspondiente a la cuarta jornada frente al Villarreal por el conflicto con los jugadores de la Conmebol, dio con la tecla contra el Atlético y apunta a repetir dibujo táctico y alineación para intentar sumar tres nuevos puntos a costa del Athletic.

Después de realizar todo tipo de probaturas y experimentos en los primeros envites del curso, Calleja acertó de lleno en su apuesta por el 1-5-4-1, sistema con el que consiguió minimizar a los colchoneros y aprovechar un gol del capitán Víctor Laguardia a la salida de un córner para llevarse el partido. Sorprendió, de entrada, la suplencia del delantero Joselu Mato, relegado al banquillo pese a su condición de hombre gol del Alavés en favor del senegalés Mamadou Sylla. Autor de once goles la pasada campaña con el Girona en LaLiga SmartBank, el africano aportó velocidad y constantes rupturas al espacio a la espera de poder repetir titularidad en San Mamés, donde podría incluso compartir delantera con Joselu en caso de que Calleja retome su predilecto 1-4-4-2.

De uno u otro modo, el Athletic tendrá enfrente a un rival con energías renovadas y con la moral revitalizada después de encadenar cuatro partidos consecutivos sin poder marcar siquiera un gol. Derrotados a manos del Real Madrid en la jornada inaugural del campeonato (1-4) y de Mallorca (0-1), Valencia (3-0), Osasuna (0-2) y Espanyol (1-0) después, los gasteiztarras asoman a día de hoy como penúltimos clasificados con un partido menos disputado, pero con solo dos goles a favor por once en contra. Solo el Getafe de Míchel González, farolillo rojo con siete derrotas en otros tantos encuentros, presenta un balance de goles peor que un Alavés que se abraza con fuerza a su triunfo ante el Atlético para afrontar con optimismo el derbi contra el Athletic, que no pierde como local en liga ante los babazorros desde la duodécima jornada del ejercicio 2005-06.

ANTECEDENTES POSITIVOS

Si bien los albiazules se impusieron entonces por 0-2 con tantos de Nené y Bodipo bajo las órdenes de Chuchi Cos y con Javier Clemente al frente de los leones, lo cierto es que los antecedentes resultan favorables para los rojiblancos. Doce victorias, tres empates y ese único tropiezo, no en vano, presentan los bilbainos en sus dieciséis derbis ligueros en casa contra el Alavés, que ha encajado un total de 39 goles y marcado solo 10 en La Catedral, donde se estrenó con un abultado 7-1 en contra en diciembre de 1930.

En caso de atender a los números de Calleja ante el Athletic, estos también son halagüeños para los rojiblancos, pues el madrileño solo ganó uno de los nueve partidos que disputó como jugador frente a los leones, a quienes nunca pudo vencer en San Mamés. Sí lo consiguió, sin embargo, en su tercera aparición como entrenador visitante en la capital vizcaina, donde se desquitó con un contundente 0-3 a los mandos del Villarreal en septiembre de 2018.

Aquel sonado triunfo figura, no obstante, como su única victoria como técnico frente al Athletic, equipo al que se ha medido en otras cinco ocasiones desde la banda y contra el que debutó con el Alavés el pasado 14 de abril. Lo hizo, con un empate sin goles, en el mismo escenario en el que dirigirá el viernes a un equipo renacido tras tumbar al Atlético de Madrid y que una semana después, con tres puntos en la clasificación, pretende tomar al Rayo Vallecano como espejo y ejemplo a fin de sorprender a domicilio a los hombres de Marcelino García Toral.