Unos 250 jóvenes vascos participan en los Campos de Trabajo de Verano

En ocasiones tener hijos e hijas en la adolescencia es un verdadero problema de conciliación para muchas familias, porque no tienen edad para ir de campamentos o asistir a colonias urbanas. Además, en la adolescencia se ansía salir de las paredes del hogar y conocer a gente nueva mientras se disfruta de la libertad y los días largos que ofrece el periodo estival. Una alternativa perfecta es Auzolandegiak, el programa Campos de Trabajo de Verano que desde hace años organiza el Gobierno vasco: 15 días de convivencia fuera de casa con otros jóvenes de distintos puntos y trabajo voluntario además de disfrutar de actividades de ocio y culturales.

Este año, un total de 249 jóvenes han participado en los Campos de Voluntariado Juvenil, organizados por la Dirección de Juventud del Gobierno vasco y cuyo objetivo es promover que “jóvenes de diferentes procedencias participen de forma voluntaria y desinteresada en el desarrollo de una labor de proyección social durante dos semanas”, según afirmó la directora de Juventud del Gobierno vasco, Miren Saratxaga durante su reciente visita a los campos de Derio y Trapagaran (ya concluidos).

Según los promotores de los campos lo más importante del programa es que los chavales aprenden a relacionarse con jóvenes de otros lugares, a colaborar en actividades que tienen un impacto en el municipio que les acoge y a disfrutar del tiempo libre en plena naturaleza, compartiendo y conviviendo entre jóvenes de diferente origen y procedencia. Al final, dicen, tienen la satisfacción de haber contribuido a una excelente tarea social.

No todo es trabajar. Por las tardes y los fines de semana se desarrollan actividades complementaria. Los equipos de animación de los campos proponen actividades que posibilitan la relación entre todas las personas participantes y la comunidad de acogida. Además, se desarrollan visitas a la costa y a ciudades, se practica deportes o se hace senderismo.

Diversidad

El Auzolandegi de Derio ha sido impulsado por Apnabi Autismo Bizkaia que trabaja para mejorar la calidad de vida, y favorecer el desarrollo y la inclusión de las personas con TEA (Trastorno de Espectro Autista). En él, 15 jóvenes de entre 18 y 26 años han realizado actividades de mantenimiento del huerto ecológico del centro de atención diurna. Además de aprender nociones sobre agricultura ecológica, han tenido la oportunidad de ampliar conocimientos sobre la eficiencia energética, gracias al puntero edificio en el que se desarrolla este campo de voluntariado.

Por su parte, el Auzolandegi de Trapagaran, está dirigido a acondicionar la ruta con esculturas que recorre la zona de los lagos mineros situados en la Arboleda y que constituyen el espacio natural del parque de Zugastieta. Las 20 personas jóvenes participantes de entre 14 y 17 años han acondicionado varios de los entornos que rodean las esculturas, ayudando así al mantenimiento de estas, y han creado una ruta con códigos QR para facilitar el recorrido por ellas.

Además de en Derio y Trapagaran, se han desarrollado campos de voluntariado en Muxika, Arraia-Maeztu, Alonsotegi, Bilbao, Erandio, Bergara, Lekeitio y Lemoa. Cada uno de ellos ha tenido una temática específica: arqueología y recuperación de patrimonio industrial, recuperación de patrimonio histórico y medio ambiente, dinamización social de personas de la tercera edad, memoria histórica, etc. Durante las mañanas realizaban las labores temáticas del campo de voluntariado y por las tardes y los fines de semana se han dedicado a actividades lúdicas, culturales y deportivas. Asimismo, 144 jóvenes de Euskadi han participado en campos de voluntariado de otras comunidades autónomas y otras 9 personas en campos de voluntariado en el extranjero en países como Japón, Francia, Alemania o Estonia. l