Polideportivo

Thijssen se enamora de Lagos

El velocista belga se impone al esprint en la etapa inaugural de la Vuelta al Algarve, que lidera
Thijssen festeja la victoria en Lagos. / Volta ao Algarve

La fuga arrancó la Vuelta al Algarve, un icono del turismo Portugués, como un viaje para las ensoñaciones. El día finalizaba en Lagos, un pueblo alicatado de azulejos de colores, calles estrechas y viejas, evocadoras, que es un gran destino para un esprint y para la travesía de la vida, que es un equilibrio, a veces veloz, otra veces con suspense.

La biografía de Gerben Thijssen se escribe con el pulso veloz de un taquígrafo que relata las actas con el redoble de los dedos en un ejercicio de precisión imbatible. El velocista belga manda postales con el matasellos del turismo.

En la Challenge se impuso al esprint en Mallorca y en Lagos repitió pose. Del Mediterráneo al Atlántico. Otro souvenir para el recuerdo de un ciclista que confecciona un álbum de fotos de festejos en el amanecer del curso.

Dos victorias en el tomavistas del turismo, aún durmiente la muchedumbre. Las bicis respiran alegría antes de la invasión del verano. Aún existe espacio para la felicidad sin agobios.

Dejadas las prisas en el esprint, en el sosiego del podio, lucía sonriente Thijssen, primer líder de la carrera, en medio del sabor añejo de los lugares con encanto, memoria y biografía, que son un reclamo estupendo para la contemplación, también cuando se corre en bici, aunque los paisajes emanen calma. El de Thijssen fue amor a primera vista.

A un palmo de los azulejos que avivan las fachadas y de las iglesias de rostro decadente por el paso del tiempo, la vista se entretiene en la mar. Una terraza natural se acoda en la Praia Do Camilo, que cuenta los escalones, doscientos, para dejarse arrullar por la belleza, donde se mezcla la arena fina y las aguas turquesas, pero frías del Atlántico, de una de las playas más bellas del Algarve.

Las formaciones de piedra caliza abrazan esa baldosa que alicata una vista esplendorosa. Más al sur, el mirador Ponta da Piedade, una catedral natural construida con los caprichos de los embates de las tempestades, un Gaudí que dibuja formaciones rocosas, arcos, columnas talladas con el cincel del oleaje, el bufido del viento y la metralla de la lluvia.

Calma tras la caída

Apenas algunas gotas, chispas tímidas, aparecieron y se diluyó la escapada de siete que entretuvo el metraje antes de corretear en paralelo a la línea de costa y su imán de miradas. Surgió el viento duro. Amenazante.

El cambio de tendencia produjo una caída masiva en la cintura del pelotón y los líderes sintieron la desconfianza, el temor y el miedo que provocan los momentos de incertidumbre. Van Aert esquivó el mal fario por poco.

Después de la tensión que provocan los escalofríos, el grupo abandonó el sillín por la mecedora y los favoritos, Evenepoel, Daniel Martínez, Tao o Kuss decidieron evitar riesgos. Lo mismo pensó Mikel Landa, escudero de Evenepoel. Se estiró el chaise longue de punta a punta de la carretera.

La calma como receta, mullido el pelotón en los cojines de la indiferencia, perezoso, sin electricidad competitiva. La sociedad de la hamaca y la cháchara. Apagado el pulso. Las piernas, en barbecho. Despertaron cuando sobresalía el perfil de Lagos resoplando.

Entonces comenzó el baile de la aceleración, encolumnados los equipos, hilos de distintos colores trenzando el ensayo general para el caos que acompaña a los esprints, donde el riesgo, la adrenalina y la potencian entablan una conversación a voces. ¡Danzad malditos!

Un extraño esprint

Un hombro que busca un hueco, un codo que hace palanca en una grieta y piernas que se apresuran. Todo eso discurre mientras Jordi Meeus, uno de los favoritos, se despistó y el esprint se disparó con los Arkéa en la punta de lanza hasta que confunden el paso, de repente desordenados.

Penalizaron a Démare, su velocista, que perdió la cordada ante la maniobra del Intermarché, que fijó en los tacos de salida a Thijssen de un modo extraño. El belga, abrigado en cierto anonimato, serpenteó con celeridad y destreza. Remontó con pasión. Esprintó de tal modo que llegó escapado a la barbilla de Portugal por delante de Van den Berg. Flechazo al corazón del Algarve. Thijssen se enamora de Lagos.

Vuelta al Algarve

Primera etapa

1. Gerben Thijssen (Intermarché) 4h52:04

2. Marijn van den Berg (Ed. First) m.t.

3. Jordi Meeus (Bora) m.t.

General

1. Gerben Thijssen (Intermarché) 4h51:54

2. Marijn van den Berg (Ed. First) a 4’’

3. Jordi Meeus (Bora) m.t.

LA VUELTA ANDALUCÍA PIERDE DOS ETAPAS

La Vuelta a Andalucía se reanudará este viernes con una contrarreloj en la localidad jienense de Alcaudete y finalizará el domingo, por lo que el formato de la competición se ha reducido de cinco a tres etapas. La primera jornada, que debía disputarse este miércoles entre las localidades granadinas de Almuñécar y Cádiar, de 162 kilómetros, fue suspendida por la organización debido a la falta de agentes de la Guardia Civil que pudieran asegurar la carrera. Los efectivos que debían custodiar la competición tuvieron que regresar a sus distintos destacamentos por las manifestaciones de los agricultores, informó la organización. Ante esta situación, la carrera quedará reducida finalmente a tres etapas.

15/02/2024