Por su posición geográfica, Irun es una localidad de paso obligatorio para todos esos turistas que parten de Francia, Bélgica y Luxenburgo para visitar la península en coche. Ellos también cuentan con el grueso de las vacaciones en verano y tras la terrible experiencia del año pasado, en Irun se temía por las consecuencias que pudiera dejar la operación salida. Parece que en esta ocasión no ha provocado demasiadas incidencias, más allá de las habituales retenciones en la AP-8, pero, aún así el Ayuntamiento, en colaboración con las autoridades francesas y la ertzaintza, ha tomado medidas.
En Onda Vasca hablaba de esas medidas el alcalde de Irun, José Antonio Santano. "El año pasado por estas fechas estábamos muy mal, llegó haber hasta atascos en el monte San Marcial". Ese tipo de incidentes los provoca, la gran mayoría de las veces, Google Maps que propone vías alternativas para evitar el atasco, "pero estas vías no siempre son buenas y luego todo se complica aún más". Es por ello que han decidido hacer uso de la información en autopistas, enviar mensajes mediante la cartelería luminosa "para que los vehículos tengan mucha información y no tengan que optar por los atajos que dicen que tomen la alternativa de ir por Irun". El objetivo es que estos vehículos se mantengan en la autopista, por ese motivo han hablado con las autoridades francesas para que abran todas las cabinas del peaje y, además, van a evitar los controles policiales.
Eso respecto a la autopista pero el Ayuntamiento de Irun también ha desarrollado un plan con escenarios distintos en función del volumen de tráfico para que la policía municipal pueda filtrar los accesos a la ciudad con controles que permitan el paso de residentes. "La policía va a trabajar con las matrículas extranjeras que son, el 80% de los vehículos que circularán esos días, se trata de viajeros de Bélgica, Francia, Luxemburgo, Holanda y Alemania, especialmente. Las matrículas españolas no tendrán problemas".