¿Por qué se ha roto la unidad de acción sindical en la Ertzaintza?

La reunión de ERNE, ESAN y SIPE con el consejero de Seguridad Josu Erkoreka es la primera que se produce en los últimos tres años ya que en los anteriores encuentros habían participado otras personas del departamento. "Es un avance en sí mismo", según la propia unidad sindical.

Sin embargo, en este comienzo de curso político lo que nos ha quedado claro es que los representantes de los trabajadores de la Ertzaintza ya no están unidos. Lo vimos ayer en la concentración frente al Parlamento Vasco donde estuvieron el sindicato Euspel y el colectivo asindical Ertzainas en lucha pero no el resto de centrales. La historia se repite hoy porque estas dos organizaciones no están en la reunión con Josu Erkoreka. 

Postura de Euspel

El portavoz del sindicato Euspel, Joseba Saralegi reconoce esa división entre los sindicatos y entiende que el motivo es que su sindicato ha decidido actuar de forma conjunta y dar voz al colectivo 'ertzainas en lucha'.

"Siempre hemos apostado porque la única herramienta real y posible para llegar a buenos acuerdos es hacer equipo dentro del colectivo de la Ertzaintza. Hace unos meses con la irrupción de 'ertzainas en lucha' decidimos darles voz. Considerábamos que era parte importante del colectivo, que había activado a todo el colectivo y comenzamos a confluir con ellos. A partir de ahí se fragmenta la unidad sindical", explica. "Se nos empieza a aparcar", lamenta.

En su opinión es un error. "Hay que escucharles. Ha hecho un movimiento dentro del colectivo, nos ha hecho reflexionar", añade y considera que el motivo de la separación con el resto de sindicatos es su postura respecto a 'ertzainas en lucha'. "Estábamos a gusto en la unidad sindical, seguimos confiando en ella pero nuestra postura ha sido de colaboración con 'ertzainas en lucha'. Consideramos que darles voz es dar voz al colectivo", asegura. 

Joseba Saralegi lamenta que el conflicto esté "enquistado". "Queremos una solución ya pero no a cualquier precio", insiste. "Es el momento de sentarse. Lo que no nos parece legal es que el consejero, al que mandábamos misivas para reunirnos y nos decía que el interlocutor era recursos humanos, ahora cambie el discurso. Consideramos que no ha actuado bien", denuncia.

"Hay que poner el cascabel al gato, sentarse y negociar pero no puedes abrir una puerta dejando a uno fuera. Nos vemos discriminados", denuncia. "Somos la tercera fuerza sindical y el departamento no está siendo justo", insiste. 

Postura de la unidad sindical

Desde la unidad sindical que componen Erne, Esan y Sipe defienden la unidad dentro de la Ertzaintza. "Tenemos claro que la unidad hace la fuerza. No hemos excluido a nadie. El que ha querido se ha sumado a nuestras iniciativas. Recalco que nos encontramos en la unidad organizaciones que a menudo estamos en las antípodas ideológicas y lo superamos por el bien común. Las tres representamos al 80% de la Ertzaintza", destaca su portavoz Unai Garabieta.

Garabieta en cualquier caso evita cargar las tintas. "Euspel de manera legítima ha optado por no venir. Son un sindicato autónomo y la organización tiene que explica por qué sí y por qué no", afirma. 

Respecto a la reunión la considera un "avance" que llega después de la presión de "todas y subrayo todas las organizaciones". Asegura que los tres sindicatos acuden con "la mejor de las voluntades y el ánimo de reconducir la situación". 

No esconde en cualquier caso que no hay ni un solo avance. "Cero y subrayo lo de cero", afirma y lamenta las declaraciones del consejero Josu Erkoreka que hace unos días avisó a los sindicatos de que si no aceptaban las condiciones, podrían quedarse sin nada ya que la legislatura acaba en junio. "Deja clara la voluntad del consejero", apunta si bien insiste en su voluntad de "reconducir esto". 

Unai Garabieta defiende su derecho a reivindicar. "No estamos para levantar muros sino para derribarlos. Los derechos que tenemos los trabajadores no son los mismos de otros trabajadores. No tenemos derecho a la huelga, nuestro nivel asociativo y reivindicaciones están condicionadas por esto", señala e insiste en que si queremos una policía integrada en el pueblo tiene que ser una "policía civil". "Eso pasa por aproximar los derechos de los miembros de la euskal polizia a los de cualquier otro trabajador", zanja.