Nerea Melgosa aboga por hacer de la juventud migrante el “pilar de una sociedad inclusiva”

“Hay que derribar barreras, prejuicios y estereotipos para fomentar una cultura de inclusión”. Así se expresó la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno vasco, Nerea Melgosa, que puso ayer jueves en valor el potencial de la juventud migrante como “pilar de una sociedad vasca inclusiva y diversa”.

Y es que instó a la sociedad vasca a acabar con los estereotipos hacia las personas migrantes, para lograr una sociedad “donde todas las personas, sin importar su origen, se sientan valoradas y aceptadas”.

Melgosa inauguró ayer jueves en Bilbao las XIII Jornadas sobre Inmigración e Integración en Euskadi celebradas bajo el título Juventud migrante: participación, convivencia y emancipación. Durante dos días, el Bizkaia Aretoa UPV/EHU en Bilbao acogerá a personas expertas en esta materia que hablarán en ponencias y mesas redondas con el objetivo de reflexionar, aprender y proponer acciones concretas que mejoren la calidad de vida de las personas.

Los jóvenes migrantes enfrentan una “doble vulnerabilidad”, “triple en el caso de las mujeres, con sentimientos de pérdida, duelo y estrés”, por lo que Melgosa hizo hincapié en la necesidad de “visibilizar y transformar su realidad”, reconociéndoles como agentes activos de cambio.

“Estas personas llevan consigo la carga de factores estresantes, como el viaje realizado hasta aquí, a menudo en muy duras condiciones, o la falta de documentos, y tener que superar los obstáculos propios de su juventud en una tierra desconocida, sin las redes de apoyo familiar o comunitario que muchas de nosotras damos por sentado”, subrayó la consejera.

En su intervención, Melgosa destacó la importancia de la inclusión y el empoderamiento de la juventud migrante, señalando que “es imperativo brindar a los jóvenes migrantes la oportunidad de participar en la construcción de las comunidades en las que se asientan”. En esa línea, abogó por “la promoción de espacios de diálogo, intercambio y convivencia”.

Y es que “darles voz en espacios de toma de decisiones, en políticas públicas y en iniciativas comunitarias, es decir, la participación activa, fortalece el sentido de pertenencia de las personas migrantes, y les permite contribuir positivamente a su entorno”, aseguró la consejera.

Así mismo, Melgosa ha declarado que “la diversidad cultural, lingüística y de creencias puede ser un gran activo para la sociedad”, y ha llamado a “derribar barreras, prejuicios y estereotipos para seguir fomentando una cultura de inclusión donde todas las personas, sin importar su origen, se sientan valoradas y aceptadas”.

Integración

De igual manera, la consejera puso en valor la importancia de “garantizar a los jóvenes migrantes el acceso a educación de calidad, oportunidades laborales y servicios básicos para su emancipación”, explicando que “el II Plan Estratégico de Servicios Sociales y la nueva estrategia de Exclusión Residencial, son una muestra de los esfuerzos del Gobierno vasco en realizar un cambio en las políticas, adaptando los recursos y servicios a las nuevas necesidades de la sociedad”.

Es por eso que el Gobierno vasco insiste en que “queremos transformar las políticas de atención en políticas que permitan a las personas contar con medios propios para impulsar su proyecto vital y alcanzar objetivos de plena inclusión social con la mayor autonomía posible en cada caso”. De igual manera, la consejera puso en valor el trabajo de Aholku Sarea, la Red Vasca de Atención Jurídica en materia de Extranjería, “asegurando que los derechos de las personas migrantes sean respetados y protegidos”, y del programa de acogida Harrera, en la estrategia de integración.

Melgosa reiteró su compromiso con la multiculturalidad, la integración y la igualdad de derechos y obligaciones para toda la población, y denunció “actitudes que fomentan la desigualdad, la discriminación y la violencia racista o xenófoba tanto en el plano social como institucional”. Así las cosas, subrayó la necesidad de “visibilizar el rol fundamental de los servicios públicos que ponemos a su disposición, con el apoyo del tercer sector social”, detallando que “trabajamos codo con codo en las problemáticas de la población inmigrante desde una perspectiva estructural, teniendo en cuenta no solo el racismo o la xenofobia, sino también otros ejes de desigualdad como la clase social.