Alcatraz, Dannemora o Elmira son solo algunos de los casos más célebres de fugas de prisiones. Las historias que hay tras ellas en infinidad de veces son tildadas de leyenda, ya que la verdad es un secreto al que solo unos pocos tienen acceso. Esta semana, Canal Historia estrena en exclusiva Fugas históricas con Morgan Freeman, serie producida y presentada por el actor y ganador del Oscar en la que se muestran, con el rigor más absoluto, los procesos que escondieron las grandes huidas de las cárceles más famosas del mundo. Además, la versión en castellano de la serie cuenta con Luis Mas, actor de doblaje que pone voz a Freeman en el cine.
A lo largo de ocho episodios, la serie revela con todo lujo de detalles el plan de huida forjado, la cronología y la persecución posterior a cada escapada. Las recreaciones de las cárceles y los efectos visuales empleados en la serie ayudan al espectador a tener una visión en 360º de lo que se fraguó entre rejas.
La serie comienza con el plan de huida de una de las prisiones más famosas en la historia, Alcatraz. Cuatro hombres lo ponen en marcha, tres consiguen llegar al mar, pero lo que les ocurrió después sigue siendo un misterio.
FUGAS DEL CHAPO GUZMÁN
También se sitúa en EE.UU. la historia de dos hombres que, condenados a cadena perpetua, se valieron de la ingeniería y la manipulación psicológica para escapar de la prisión de Dannemora, en el estado de Nueva York. El Chapo Guzmán se convirtió en uno de los capos de la droga más célebres de la historia moderna. Sus audaces fugas de cárceles de máxima seguridad en México, que han pasado a formar parte de la leyenda son las protagonistas del tercer episodio.
Una huida que acabó con sus protagonistas devueltos a prisión fue la de seis hombres que escaparon de la penitenciaría estatal de Pittsburgh abriendo un túnel bajo el enorme muro de la prisión. Llegaron hasta Texas antes de ser capturados.
En la siguiente entrega se cuenta la historia de un grupo de presos que utilizaron todo tipo de métodos para escapar de un campo de prisioneros de guerra alemán. Casi todos fueron capturados, cincuenta fueron ejecutados y tres consiguieron la libertad. Y en Belfast, casi cuarenta reclusos de la prisión de Maze consiguieron escapar en un camión de comida. Muchos fueron capturados enseguida; otros, años más tarde, y a algunos ya no se les volvió a ver.
Dos asesinos protagonizaron una audaz fuga por la azotea de la prisión estatal de Elmira, en Nueva York, mientras que para el último episodio, Canal Historia se reserva la historia de James Earl Ray, que fue un maestro de la fuga. Su huida más célebre consistió en fabricar una escalera hecha con tuberías para conseguir saltar el muro de la prisión estatal de Brushy Mountain, una instalación de máxima seguridad abierta en 1896 en Tennessee y cerrada en 2009 que albergaba a personas condenadas por los delitos más graves.