SKFK, también conocido como Skunkfunk, se ha dado a conocer en el ámbito de la moda de forma internacional gracias a su apuesta por los tejidos orgánicos, producción ética y un compromiso firme con la economía circular. Sus andaduras comenzaron a finales de los años 90 y principios de los 2000, épocas en las que la marca iniciaba sus ventas en los festivales. Desde ese momento, su expansión no ha hecho más que crecer, pero siempre con un ojo puesto en la sostenibilidad y en reducir al máximo el residuo textil.
Sobre la trayectoria de la marca, además de su percepción sobre el medio ambiente y otros temas, hemos hablado con Mikel Feijoo, fundador y presidente de SKFK. Desde las instalaciones de Waste Lab Bizkaia, el centro referente en Bizkaia en lo que se refiere a la sostenibilidad y gestión de residuos, Feijoo ha detallado en los micrófonos de Onda Vasca el funcionamiento de SKFK, sus valores o la situación actual de la moda a nivel global. Todo ello englobado en el ámbito medioambiental.
"El valor de una marca, y por eso yo creo que también llevamos 25 años vivos, tiene que ver con los valores y cómo hacer las cosas y cómo transmites, porque evidentemente lo primero que va a primar a la gente cuando va a una tienda de SKFK es si el estilo le va o no le va. Pero luego hay más que eso, porque nosotros no vendemos ropa, vendemos emoción. [...] Y en esa emoción no solo pesa el cómo te ves frente a un espejo o los colores, o si crees que estás a la moda, o si crees que perteneces a algo estético. También está el pertenecer a algo ético", reitera Feijoo.