BILBAO – La Diada retoma mañana la calle pero no la unidad dentro del movimiento independentista que, según Vilalta, se antoja imprescindible para encarar precisamente los ataques procedentes desde el Estado. La portavoz de Esquerra anima al menos al resto de fuerzas soberanistas a dejar de mirarse, unas a otras, por encima del hombro.
Con un escenario tan revuelto y complejo, ¿no se hace necesaria más que nunca una hoja de ruta unitaria en el independentismo que, sin ir más lejos, mañana no se vislumbrará en la Diada?
—Hace años que lo viene diciendo Esquerra, desde el 1 de octubre. Es imprescindible recuperar esa unidad estratégica, concretar los objetivos compartidos. Pero, es más, ahora mismo hace falta un paso previo, que es dejar de criticarnos entre nosotros, que compartimos el objetivo de la república catalana porque lo consideramos la mejor herramienta para ayudar a nuestra gente. ¡Dejemos de señalarnos entre nosotros y de hacer creer que el compañero de viaje independentista es un traidor, o que quiere pactar con el adversario! Porque enfrente están jugando al divide y vencerás. Por tanto, construir el consenso estratégico, sí. Pero, en paralelo, dejar de culparnos entre nosotros.
Y ser conscientes de la fuerza de las urnas.
—Efectivamente. Tenemos un 52% de voto en el Parlament y representamos a otra gente que no es independentista pero sí es partidario de votar y pactar. Esa es la hoja de ruta que defendemos. La inmensa mayoría nos dice que vayamos por ahí. Incluso en el pacto con Junts y la CUP para investir a Aragonès suscribimos lo de darnos margen para la negociación. Esa fuerza colectiva y movilizadora es la que debemos trasladar en una jornada como la de la Diada. Si hay alguien a quien señalar, insisto, es a todos los aparatos del Estado que quieren reventar el proceso de diálogo.
La CUP sí ha elevado el tono contra el Govern de Aragonès por su estrategia "autonomista" y amenazando con no aprobar los presupuestos catalanes.
—Con todo el respeto a la CUP, a sus declaraciones y posicionamientos, tienen que entender que somos aliados y que queremos ser aliados. Si no, la fuerza del independentismo de izquierdas no se plasmará. Hagamos reales unos presupuestos que puedan llevar a hacer cumplir el acuerdo político de la investidura. Hay que trabajar codo con codo y negociar muchísimo, y hablar menos. Porque si no, será imposible la transformación de nuestro país.
¿Confían en una respuesta internacional y de los tribunales europeos en favor de la causa independentista?
—Para nosotros es el eje central del recorrido de la lucha independentista para demostrar que el 1-O no hicimos nada mal, sino que no nos dejaron alternativa a falta de un Gobierno del Estado valiente para negociar una votación o dar soluciones al conflicto. Hubo un juicio injusto y se nos ha perseguido por el simple hecho de ser independentistas, y ahora mismo se nos ha reprimido a través del Tribunal de Cuentas, ha habido escuchas telefónicas... Es tan largo el listado de cosas con que se ha ejercido la represión... Por eso confiamos en la Justicia europea, porque es justa. Confiamos en victorias judiciales como las que ya hemos tenido, o en la razón que nos han dado los informes del comité de detenciones arbitrarias de la ONU. Ya han llegado mensajes de la comunidad internacional que han obligado al Gobierno a tomar decisiones, como con los indultos. Esperemos que las resoluciones de Estrasburgo también sean favorables y sea una forma de ganar fuerza en nuestro proceso hacia la República catalana. Aunque haya habido represión, el independentismo sigue vivo porque es un proyecto potente para dar respuestas a la gente y que el Estado español no sabe dar.
"Es imprescindible que el independentismo recupere unidad de acción, concrete objetivos y deje las culpas"
"La CUP debe entender que somos y que queremos ser aliados para poder cumplir el pacto de investidura"
"La presión internacional llevó al Gobierno a mover los indultos, pero que no piense que ya está todo resuelto"