Las obras de la nueva variante que conectará Markina y Etxebarria en 2026 avanzan a buen ritmo

Los trabajos de construcción de la nueva variante que conectará la carretera BI-633 con la BI-2636 se dejan ya ver tanto en el lado de Markina como en el de Etxebarria.

Este miércoles, la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe, y el diputado de Infraestructuras y Desarrollo territorial, Imanol Pradales, han visitado las obras de la futura infraestructura, que han calificado como "un proyecto necesario que ya está en marcha y que resolverá el problema de tráfico que sufre el centro urbano de Markina, especialmente por el paso de vehículos pesados hacia los polígonos industriales de Etxebarria".

La variante evitará el paso de más de 2.600 vehículos por el centro cada día, el 50% del tráfico actual. "Esto se traducirá en una mejora notable de la movilidad, la seguridad, el medio ambiente y el bienestar de las y los vecinos de Markina y Etxebarria. Y abre una gran oportunidad para la regeneración urbana de Markina, devolviendo al municipio espacio urbano para el ocio y disfrute", ha destacado Pradales.

El proyecto incluye la creación de un vial de casi 1 km de longitud, cuyo diseño incorpora un túnel de 335 metros y pasos en trinchera, garantizando así un recorrido seguro y cómodo para todos los usuarios.

Con una inversión de 25 millones de euros y un plazo de ejecución de 28 meses, está previsto que la nueva infraestructura pueda entrar en servicio en el primer trimestre de 2026.

En la actual fase del proyecto se han logrado importantes avances en el lado Markina, incluyendo la preparación del terreno, la demolición de estructuras existentes, y la ejecución de obras preliminares de drenaje y servicios afectados.

El proyecto también contempla medidas significativas para preservar el entorno natural. Así, la planificación de las obras ha tenido en cuenta las necesidades de protección del hábitat del visón europeo, una especie amenazada. También se están observando medidas para minimizar las molestias de las y los vecinos mientras duren los trabajos, como el uso de una rozadora para la excavación del túnel y la limitación de horarios para el transporte de materiales a través del casco urbano.