Jesús Herrada refresca la memoria

El esprint de la montaña eligió a Jesús Herrada, que siempre se maneja bien en esa clase de terrenos, cortos y que exigen explosividad pero que no son fulminantes del todo. Con ese reprís le sirvió a Herrada para imponerse en la cima de Qurayyat, en la segunda jornada del Tour de Omán, otra de las carreras del desierto que pespuntan en el comienzo del curso.

El triunfo validó el liderato de Herrada, el mejor en una llegada de 2,6 km al 7,1% de desnivel, un escenario que se adapta a las características del ciclista conquense.

Herrada se impulsó a falta de 200 metros para someter a Van Gils, Ulissi y Jorgenson. Tiró de memoria Jesús Herrada. Los recuerdos le guiaron el asalto. “Este final me lo conocía, porque ya fui 2º aquí en 2019, y sabía que, si llegábamos juntos a la última subida, estando bien, pocos ciclistas me podían ganar”.

Debut de Pogacar en Jaén

De hecho, nadie fue capaz de tumbar a Herrada. Solo la fatiga le derrotó. Herrada tuvo que recostarse en el suelo para recuperar el resuello de un final de altas pulsaciones. Desde lo más alto de la general y después de su 19ª victoria en su palmarés, sostiene Herrada que la carrera se desentrañará en Green Mountain, un puerto que tal vez resulte indigesto para él.

Será el punto culminante del Tour de Omán, donde Herrada refresca la memoria. Por otra parte, este lunes se disputa la Clásica de Jaén, donde amanece la campaña de Pogacar.