Política

“En Euskadi nunca habíamos tenido tanta gente trabajando y con más derechos laborales”

Mendia hace repaso de un año que ha culminado con la reforma de la RGI y avanza los hitos de un 2023 para el que su Consejería prepara la ansiada Ley de Empleo
Idoia Mendia

Su Departamento ha terminado el año con la aprobación de una reforma de la RGI que amplía la prestación.

Es una ley muy esperada, muy trabajada y que tiene tres objetivos principales que yo creo que cumple. Por un lado, ampliar los colectivos objetivo de la ley y, por lo tanto, ampliar las coberturas. Luego, lo que trata de hacer es sobre todo cubrir mejor a algunos colectivos especialmente vulnerables como son las personas mayores, personas con alguna discapacidad o familias con menores, lo que entronca muy bien también con la estrategia demográfica que tiene el Gobierno, porque la brecha de pobreza donde más incidencia tiene en los niños. Y, por último, también queríamos conseguir que la carga burocrático-administrativa que recaía sobre Lanbide para tramitar todas las prestaciones se agilizara y se hiciera más moderna, sin perder en absoluto ni el rigor ni el control.

Se convierte también en una prestación universal para los mayores de edad, con la expansión de la edad a los 18 años. Pero hay quien critica que los requisitos son exigentes para los más jóvenes, porque a esas edades es difícil cumplir con la exigencia del padrón.

Bueno, es que no se trata de una universalización, no es una ayuda a la emancipación. Estamos hablando de una prestación condicionada a la inserción en la vida sociolaboral. En algunos casos tienes que hacer un itinerario de inclusión social, pero en otros muchos casos un itinerario laboral. En el caso de los jóvenes, lo que se pretende es que tengan un principio de vida autónoma antes de pedir la ayuda y que lo puedan demostrar o que hayan estado trabajando.

El próximo objetivo en la Consejería es la Ley de Empleo. ¿Cómo debe perfilarse?

La RGI no es una ayuda a la emancipación, sino una prestación condicionada a la inserción sociolaboral

En esta legislatura, el Departamento de Trabajo y Empleo busca tres objetivos, que es un único objetivo en macro. Por un lado, la nueva Ley de Garantía de Ingresos, con la inclusión del Ingreso Mínimo Vital para que funcionamos como una ventanilla única. Por otro lado, la transformación y modernización de Lanbide para que sea realmente un organismo de políticas activas de empleo, es decir, que sea un servicio público de empleo a la altura de las exigencias de los tiempos presentes y futuros. Y por último, había una cierta anomalía en Euskadi porque, a pesar de haber recibido hace 12 años la transferencia de políticas activas de empleo, no tenemos una norma en la materia. Entonces era necesaria una Ley de Empleo. Habíamos hecho varios intentos desde el Gobierno vasco en diversas legislaturas, pero ninguno terminó aprobándose y por lo tanto era una necesidad perentoria.

¿Qué objetivo tiene este proyecto de ley?

Hay que organizar la gobernanza del sistema de empleo en Euskadi, porque somos muchos los agentes que actuamos en el campo del empleo. Tenemos los ayuntamientos, las diputaciones, tenemos al Gobierno vasco que es el titular de la competencia y, por lo tanto, quien tiene que dirigir las políticas públicas de empleo. Pero luego tenemos también un montón de agentes privados que actúan en el campo del empleo y no deben ser prescindibles. Hemos tratado de hacer una gobernanza que incorpore a todos, los alinee con unos objetivos que se establecerán en el Consejo Vasco de Empleo, donde se sentarán los tres niveles institucionales, y a partir de ahí se marcan las líneas estratégicas y cada uno va desarrollando para cumplir esos objetivos comunes.

Suena muy ambicioso, pero de cara al año que viene se perfila un ámbito laboral y económico inestable, con nubarrones a nivel de la Unión Europea.

Que vivamos situaciones de incertidumbre no debería de impedirnos que hagamos en Euskadi todas las reformas que tenemos en la cabeza. Tenemos un programa de Gobierno que quiere preparar a Euskadi para el reto digital, el reto demográfico y el reto energético. Todas las reformas que estamos acometiendo obedecen a que la Administración vasca esté capacitada para responder a esos retos, para que la población vasca sea una población que tenga oportunidades para vivir una vida digna, con unos empleos de calidad y con una formación adecuada.

¿Y es posible lograrlo en tiempos adversos?

Yo es que quiero dar un mensaje, no ya de optimismo, pero sí de un cierto realismo, porque creo que lo cierto es que estamos respondiendo mucho mejor de lo que se pensaba. Cuando entré en el Departamento, las advertencias y los nubarrones eran gravísimos en términos de datos de desempleo y en términos de PIB. Y ahora en cambio el empleo está en términos históricos. En Euskadi nunca habíamos tenido tanta gente trabajando y encima con más derechos laborales.

Sin embargo, la conflictividad laboral sigue ahí, como hemos visto recientemente en Bizkaia con la huelga del metal y a la espera de lo que pase en Gipuzkoa con la negociación del nuevo convenio.

En momentos de crisis lo último que se debe hacer es empeorar las condiciones salariales de los trabajadores

La conflictividad laboral en algunos sindicatos se explica claramente porque sus propios secretarios generales así lo ponen de manifiesto como la herramienta que ellos prefieren para conseguir mejoras en sus condiciones laborales. Pero es verdad que estamos viviendo una senda de inflación que evidentemente hace que los representantes de los trabajadores defiendan unas mejores condiciones salariales. Y yo también creo que en momentos de crisis lo último que debes hacer es lo que se hizo en la crisis del 2008, que es empeorar las condiciones salariales de los trabajadores. Yo veo que los empresarios están esperando un poco a la evolución de los datos de la inflación para alcanzar esos acuerdos. Y, aprovechando este altavoz, quiero hacer un llamamiento a las partes para que se sienten a negociar, porque evidentemente el sector del metal es muy importante para la economía vasca y cuanto más tardemos en acabar con esta situación negociadora, se puede llegar a ver afectado el sector.

También están presentes las tensiones en Educación, con la incipiente ley que genera consenso político pero desconfianzas entre los profesionales.

A mí me llama la atención que se haga una huelga preventiva cuando estamos hablando de un anteproyecto de ley que está todavía en una fase en la que hay una labor de escucha por parte del Departamento y también hay una recogida de alegaciones y de razonamientos de por qué no se asumen determinadas alegaciones. Por lo tanto, me parece que es una huelga que trata de influir, pero muy alejada de lo que es el objeto de la ley, que es una ley de educación, no es una ley de los trabajadores en Educación.

Otro foco de conflicto laboral ha sido Osakidetza; en concreto, la OSI de Donostialdea, aunque parece que las tensiones se han encauzado en las últimas semanas.

Si queremos mantener una cartera de servicios sanitarios de primera nivel, hay que reorganizar los medios

En el programa de Gobierno ambos partidos, el PNV y el PSE, tenemos puesto muy claro el valor que tiene la sanidad pública, el reforzamiento de la atención primaria y la reorganización del sistema para prepararlo para los retos, fundamentalmente el reto demográfico. Somos una comunidad autónoma que sufre un gran envejecimiento y al mismo tiempo se junta con la tormenta perfecta de que hay una jubilación de muchísimo personal sanitario, médico especialmente, pero también de otros trabajadores de la sanidad. Por lo tanto, es un momento en el que se dan determinadas tensiones. Yo creo que por encima de todo está el compromiso por la sanidad pública, por el reforzamiento de la misma y una apuesta por el diálogo. La mejor manera de que se resuelvan los problemas es explicando, razonando y dialogando, pero con la brújula puesta en la reforma de la sanidad.

Da la sensación de que Osakidetza necesita ciertas reformas estructurales, por los retos que usted ha mencionado, pero se encuentra con resistencias.

Cada organización tiene una cultura de trabajo y, siempre que se trata de introducir nuevos cambios, se genera una cierta resistencia. Pero hay que hacer un especial esfuerzo en el diálogo con las organizaciones, ya que todos compartimos un objetivo común. Si queremos seguir teniendo una cartera de servicios sanitarios de primer nivel en Euskadi y seguir atendiendo en buenas condiciones a toda la población, aparte de reforzar y de seguir invirtiendo en sanidad y en investigación sanitaria, debemos afrontar una reorganización de los medios sanitarios.

En otro orden de cosas, ¿cómo termina 2022 en cuanto a la relación entre los dos socios del Gobierno, PNV y PSE? Ha habido ciertas discrepancias recientes con las ayudas al transporte público o el lío del impuesto a los ricos en Euskadi...

Yo puedo hablar por la parte de Gobierno, que es en donde me encuentro, y en el Gobierno no hemos tenido ningún problema. Hablamos las cosas y cumplimos el programa de Gobierno. Por lo tanto, desde donde me encuentro, no he tenido ningún problema.

Pero a nivel entre partidos sí que ha habido ciertos roces, es innegable.

Creo que el PSE tiene una oportunidad clara de liderar la Alcaldía de Vitoria en mayo

No me corresponde hablar a mí en nombre del Partido Socialista de Euskadi, pero yo creo que lo que hemos hecho ha sido ser claros. El tema de las ayudas al transporte Iñaki Arriola lo puso de manifiesto en el Consejo de Gobierno en diversas ocasiones y el secretario general lo que hizo es hacer la propuesta al PNV en varias reuniones. Finalmente, tenemos que quedarnos con que hemos hecho una apuesta importante por seguir manteniendo unas ayudas al transporte que alivian la carga económica de las familias vascas.

Le tengo que preguntar por Catalunya, en su condición de miembro de la Ejecutiva federal del PSOE. ¿Está sobre la mesa un referéndum de autodeterminación?

Yo creo que cuando el PSOE gobierna cosemos España y, sin embargo, el PP es una máquina de hacer independentistas. Nunca ha habido menos independentistas en Catalunya que en estos momentos, y todo es gracias a la gestión y a la valentía del presidente Pedro Sánchez. Pero, sobre Esquerra, es verdad que hay en el mundo de los independentistas una cierta batalla por el poder. Entonces, hablar de referéndum es una estrategia electoral de ellos, pero en ningún caso el PSOE tiene en la cabeza nada que tenga que ver con un referéndum de independencia.

01/01/2023