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¿Hay más formas de envejecer el vino además de las barricas tradicionales?

Descubrimos una nueva tendencia vinícola que revoluciona una de las industrias más ancestrales
La última tendencia en envejecimiento del vino
La última tendencia en envejecimiento del vino

El mundo del vino se reinventa constantemente, buscando formas de destacar y ofrecer nuevas experiencias sensoriales. Una de las técnicas que ha ganado atención es la del envejecimiento de vinos bajo el mar, un método fascinante que introduce al vino en las profundidades oceánicas, donde experimenta condiciones únicas.

Esta tendencia, impulsada por bodegas innovadoras, busca ofrecer vinos con características diferenciadas, sabores singulares y una historia de maduración especial. En este texto, exploraremos cómo se envejecen estos vinos, el proceso que siguen y por qué el mar se convierte en un ambiente ideal para su evolución.

¿Qué son los vinos submarinos?

Los vinos submarinos son aquellos que se someten a un proceso de envejecimiento en el mar, donde las botellas se sumergen a ciertas profundidades y permanecen durante meses o incluso años. Esta técnica permite que los vinos interactúen con el entorno marino, adquiriendo un perfil aromático y gustativo distinto al envejecido tradicional en bodegas. Lo fascinante de este método es que transforma la percepción del vino, brindando aromas y sabores que los amantes de esta bebida valoran por su autenticidad y carácter único.

El proceso de envejecimiento submarino

A diferencia de los vinos envejecidos en tierra, el proceso de envejecimiento submarino somete las botellas a condiciones muy distintas, tanto en temperatura como en presión, iluminación y movimiento. Generalmente, el proceso comienza en bodegas tradicionales, donde el vino suele pasar por un primer periodo de envejecimiento en barricas, que puede durar entre seis y doce meses dependiendo de la variedad y el perfil que se desea lograr. Posteriormente, las botellas son selladas herméticamente y sumergidas en jaulas especiales, diseñadas para resistir la presión y las condiciones del océano, donde se inicia la segunda fase de maduración.

El tiempo que pasan bajo el agua depende de cada bodega y del tipo de vino, pero generalmente varía entre seis meses y dos años. Durante este periodo, el mar influye en el vino mediante una serie de factores: la presión constante, la temperatura fría y estable, la salinidad y la luz tenue. Estos elementos juntos generan un entorno de "silencio sensorial", como algunos enólogos lo describen, en el que el vino madura de forma pausada y adquiere características distintivas.

La profundidad óptima para envejecer vinos submarinos suele estar entre los 15 y 40 metros. A esta profundidad, la presión es constante y moderada, y la temperatura se mantiene baja, oscilando entre los 10 y 15 grados centígrados, ideal para una maduración lenta y uniforme. Además, la luz que penetra es mínima, lo cual evita la oxidación prematura. A medida que las botellas se sumergen más, aumenta la presión, un factor que algunos enólogos consideran beneficioso para acentuar los sabores y mantener la frescura del vino durante más tiempo.

¿Por qué el mar?

El mar proporciona un entorno controlado y constante en condiciones que son difíciles de replicar en una bodega. Las bajas temperaturas, la humedad absoluta, la falta de luz y el movimiento suave y continuo de las olas ayudan a que el vino envejezca de una manera que potencia los aromas y reduce los taninos, dándole un perfil más suave y redondeado. La salinidad del ambiente también influye de forma indirecta, y aunque no se filtra directamente en el vino, los estudios sugieren que esta característica marina favorece el desarrollo de ciertas notas más frescas y minerales en el sabor final.

Otro aspecto interesante es el movimiento natural del mar. A diferencia de las bodegas en tierra, donde el vino permanece estático, el mar permite un movimiento constante que agita suavemente el vino dentro de las botellas, favoreciendo la interacción entre los componentes y mejorando su homogeneidad. Este detalle ha llamado la atención de sommeliers y enólogos, quienes señalan que el movimiento marino aporta complejidad y profundidad al perfil organoléptico del vino.

Historia del vino submarino

Aunque el concepto moderno de vinos submarinos es relativamente reciente, se cree que la idea surgió por los hallazgos de botellas en barcos hundidos que contenían vinos en perfectas condiciones de conservación tras décadas bajo el mar. A partir de estas anécdotas, algunos enólogos comenzaron a experimentar con el envejecimiento marino en la década de 2000, cuando las primeras bodegas innovadoras en España y Francia lanzaron al mercado estos vinos únicos. Sin embargo, el auge comercial del vino submarino comenzó aproximadamente en 2010, y desde entonces, varias bodegas alrededor del mundo han adoptado esta técnica.

En la actualidad, el vino submarino ha ganado popularidad, y cada vez más consumidores están dispuestos a pagar por experimentar este tipo de vino. Las bodegas lo presentan como una opción especial y de alta gama, y algunos incluso creen que el entorno marino añade un "terroir" único, en el que el océano aporta su propio carácter al vino, transformándolo en algo más que una simple bebida.

Características

Los vinos submarinos suelen destacarse por su suavidad y frescura, cualidades que los distinguen de los vinos tradicionales envejecidos en tierra. En términos de sabor, el perfil tiende a ser más redondeado, con notas minerales y frescas, que evocan a menudo el carácter del entorno marino. Los taninos son generalmente menos agresivos, y el vino presenta una complejidad única, con una mezcla equilibrada entre frutas y notas salinas o minerales.

Este tipo de vinos no es solo una experiencia sensorial, sino también una expresión de arte y naturaleza. Los enólogos que apuestan por el envejecimiento submarino buscan ofrecer una copa de vino en la que el océano deje su huella, brindando a los consumidores una experiencia que evoca el misterio y la calma de las profundidades.

Los vinos submarinos se han convertido en una opción intrigante y codiciada en el mundo del vino. Con un proceso de envejecimiento único que combina la innovación enológica con el poder transformador del mar, estos vinos ofrecen una experiencia sensorial irrepetible. Aunque el envejecimiento submarino es un proceso complejo y costoso, la creciente demanda sugiere que el mercado aprecia la singularidad y autenticidad que estos vinos brindan. Con cada botella, el océano entrega un pedazo de su misterio y su esencia, haciendo que cada copa sea una invitación a explorar los secretos de las profundidades.

2024-11-13T13:18:15+01:00
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