Elordi marca su territorio en el Manomanista con susto en el epílogo

Un suspiro. Libre al fin. Aitor Elordi se despidió este viernes por la noche del frontón Ogueta de Gasteiz con alivio, pero con victoria. El campeón del Manomanista marca su territorio. Inicia la defensa del título más grande de la campaña manista profesional con un triunfo que llena el tanque de la confianza del mallabitarra, que en los días previos reconocía que no se estaba encontrando cómodo a la hora de entrar al remate, su principal ariete. Lo hizo, además, con fortaleza mental en el tramo final ante un Javier Zabala que no se rinde nunca, ni siquiera cuando pintan bastos con un 21-15 en el luminoso. El riojano no parece estar en su primer campeonato como titular, desde luego, pues cambió la dinámica del choque en apenas ocho pelotazos con un final a tumba abierta, sin nada que perder. Valiente. Arrojado. Es lo que se le pedía, porque condiciones tiene de sobra.

Aprovechó el logroñés un saque-remate defectuoso de Elordi para imponer la velocidad de su pelotazo desde el primer golpe. Salió cara. Mas estaba viajando a contrapelo con demasiada distancia. Elordi sufrió hasta el 21-20, pero un regalo de Zabala, ambicioso y de mecha corta en la traca final, le permitió alargar un buruzgain que el azul ni siquiera tuvo la oportunidad de disputar. 22-20. Elordi suspira. Elordi salva los muebles al final en un partido vibrante y entretenido, de los que cuesta ver dentro del Manomanista.

Con todo, el campeón volvió a tirar de sus señas de identidad para batir a un adversario en la cresta de la ola. El ritmo es fundamental en la concepción de Aitor. Debate a dentelladas con la volea y el sotamano para desmadejar a cualquier rival. En defensa, no obstante, también expuso buenas razones.

El saque de Elordi

Y el saque, un potro de tortura para cualquier rival, se le atravesó a Zabala. El mallabitarra mezcló pelotazos cruzados, saques desde posiciones más retrasadas, al ancho... Cada primer pelotazo: una pincelada de clase, un enredo. La equis en la ecuación para los adversarios a descifrar en apenas unas milésimas de segundo. Porque Elordi es un gran sacador y obtiene buena ventaja de ello. Así, el vizcaino vibró en frecuencias de gran solidez y mordiente en virtudes que atenazaron a su contrincante.

Te puede interesar:

Pelota

Aspe renueva a Javier Zabala hasta 2028

Elección de material para el Manomanista entre Elordi y Zabala en el Ogueta de Gasteiz. Pilar Barco

Amasó distancias: 4-0, 8-3, 11-5, 13-7 y 14-10. Y se vino la revuelta de Zabala, con dos manos brillantes. Igualó en el cartón 14. Tierra quemada de Elordi a base de ganchos, voleas y saques. 21-15. Javier puso emoción. Desencadenado. 21-20. Hasta que el campeón dijo basta. Alivio.