El 'síndrome de lo dejo todo', el arrebato que acecha tras las vacaciones

El final del verano llegó, como decía la canción de la mítica serie de televisión Verano azul, y con él la inevitable vuelta al trabajo. Es en ese preciso momento cuando asoman a nuestra mente todo tipo de ideas peregrinas acerca de nuestro presente y nuestro futuro.

¿Y si me marcho a vivir a un sitio de playa?, ¿y si me quedo a vivir en el pueblo?, ¿y si monto mi propio negocio? La vuelta a la rutina hace que muchas personas se replanteen diferentes cuestiones vitales y desarrollen, en algunos casos, crisis emocionales que pueden derivar en la sensación de querer "un cambio radical en su vida", lo que se conoce como el síndrome de lo dejo todo. Así lo afirma en declaraciones a Europa Press el doctor Víctor Navalón, psiquiatra del Hospital Vithas Aguas Vivas y del centro médico Vithas en Alzira.

Navalón asegura que septiembre supone para muchas personas volver a adaptarse a la rutina, lo que implica "la vuelta a la vida real, al despertador, reuniones de trabajo, atascos y dejar aparentemente de lado los placeres realizados durante los meses de vacaciones".

Una mujer, desbordada en su vuelta al trabajo. Freepik

Así, Navalón explica que cuando durante las vacaciones nos alejamos "de los smartphones, de los mails urgentes, del ruido y de lo superfluo, desconectamos de lo urgente para conectar con lo que necesitamos" y es entonces cuando "nos permitimos abordar nuestras necesidades básicas y sentirnos satisfechos al realizar lo que verdaderamente sentimos y queremos".

Sin embargo, tras la vuelta a la rutina vuelven las prisas y dejamos de lado lo auténtico lo que puede provocarnos "un malestar y puede hacer replantearnos si estamos realmente donde queremos estar o hacemos lo que de verdad queremos hacer". En estos casos, recomienda "explorar y profundizar, realizar un trabajo introspectivo".

"Ese malestar puede ser la señal que nos haga darnos cuenta de que hay algo que falla en nuestra forma de vivir. Por eso es necesario realizar un viaje hacia el interior, hacia esas capas profundas para intentar localizarlo y renovarse", destaca Navalón.

El doctor concluye pues que "la verdadera esencia, la clave de todo esto, es aprovecharnos de ese malestar, esa señal desde las capas profundas de la psique de descubrimiento, reflexión y renovación. Un viaje de autenticidad hacia nosotros mismos".

Una mujer mira el reloj mientras habla por teléfono en su trabajo. Freepik