El Sestao River persigue en Segovia aparcar sus penas ligueras y avanzar en la Copa

Tras la eliminación de Barakaldo y Gernika, el Sestao River, sin haber jugado todavía, se ha quedado como único acompañante vizcaíno del Athletic en la presente edición de la Copa del Rey. El equipo verdinegro, colista de su grupo en la Primera RFEF, rinde visita esta tarde (19 horas) en el modesto estadio de La Albuera, a la Gimnástica Segoviana, que milita en la categoría inmediatamente inferior.

Y visto cómo transcurre el curso liguero, acude a la ciudad del Acueducto con la misión de avanzar en el torneo 'del kao' e intentar encontrarse de nuevo un equipo de Primera División en Las Llanas, y de paso aparcar las muchas penurias y urgencias que viene arrastrando desde que festejara su último ascenso. No es el principal quebradero de cabeza a día de hoy para Aitor Calle y la plantilla que dirige, pero darse por fin una alegría proporcionaría un aldabonazo de moral considerable, y más de un seguidor volvería a confiar en que el bombo acercara otra vez el premio gordo de ver a los leones en Las Llanas, como ya sucedió hace un año y también hace cuatro.

Y es que aún no ha estrenado su casillero de triunfos transcurridas ya diez jornadas de campeonato. Apenas cuatro puntos, merced a otros tantos empates, para un plantel que solo ha sido capaz de celebrar dos goles. Enfrente estará un equipo que se quedó a las puertas del ascenso la pasada campaña y que lleva camino también de despuntar en esta. Dirigido por Ramsés Gil, es cuarto clasificado, a cuatro puntos del líder Talavera y con una sola derrota en nueve encuentros, en los que apenas ha recibido cinco tantos, rentabilizando los diez marcados para los catorce puntos que lleva.

Por Segovia suele pasar últimamente el torneo copero. Esta es la duodécima presencia en esta competición del club castellano, que dentro de cinco años cumplirá su centenario, y en la sexta, hace ya 19 años, se enfrentó al Athletic, que, también en eliminatoria a partido único, la superó en aquel día de fiesta en las pobladas gradas gracias a la solitaria diana firmada por Fran Yeste.