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El PNV logra su meta: amarra el escaño pero cae por la abstención y el 'voto útil' al PSOE

La izquierda abertzale gana como en 1987 y el PNV cae a la tercera plaza, pero Agirregoitia será eurodiputada
Oihane Agirregoitia y Andoni Ortuzar celebran los resultados en Sabin Etxea.
Oihane Agirregoitia y Andoni Ortuzar celebran los resultados en Sabin Etxea. / Oskar Gonzalez

El PNV ve la botella medio llena tras las elecciones europeas. La buena noticia para los jeltzales, un éxito en sí mismo en una cita donde lo tenían todo en contra, fue que la cadena del PNV no se ha roto, y Oihane Agirregoitia recogerá el testigo de Izaskun Bilbao ocupando un escaño en el Parlamento Europeo. Era su principal objetivo. En Sabin Etxea no querían ni contemplar que se repitiera la aciaga noche electoral de 1987, cuando el PNV se quedó fuera de la Cámara tras la traumática escisión de Eusko Alkartasuna. Los responsables de prensa y los burukides que se fueron acercando a la sede de Bilbao confiaban en mantener su escaño, y los jeltzales siguieron las elecciones con buenas sensaciones en ese sentido, pero preocupados por el efecto de la abstención. Y por ahí vino la mala noticia. El PNV no ganó los comicios en la comunidad autónoma vasca y no ocultó que esperaba unos resultados mejores. Quedó en tercera plaza por detrás de EH Bildu y el PSE. No es la primera vez que el PNV pierde unas elecciones europeas frente a la izquierda abertzale y ya le pasó en las primeras, en las de 1987, pero aquel momento no era comparable al actual porque se encontraba en una situación interna crítica por la escisión de EA. Además, nunca antes había quedado en tercera plaza.

Pero los jeltzales han sido desplazados por una combinación de la abstención que creen que actúa en beneficio del voto fiel de la izquierda aber-tzale, y por la polarización a nivel estatal espoleada por el PSOE con el mensaje del voto útil para frenar a la ultraderecha, además de una actualidad informativa colonizada por la investigación a la esposa del presidente Sánchez. EH Bildu hizo girar su campaña también en torno a la idea de frenar a PP y Vox y le añadió el rechazo al gasto militar. El PNV intentó abrir un hueco a la agenda vasca, quizás con la sensación de que había predicado en el desierto, aunque finalmente una cantidad suficiente de vascos y ciudadanos del Estado se han sentido identificados y han apostado por su papeleta.

El PNV se ha quedado con 194.532 votos en la comunidad autónoma vasca, de manera que es la primera vez que baja de los 200.000 en unas elecciones. En 2014, las últimas elecciones europeas que no coincidieron con unas forales y municipales y que no contaban por lo tanto con ese aliciente extra, lograron 208.987, una cantidad superior. Pero la participación fue menor, y lo lógico hubiera sido que, en proporción, ahora se hubieran conseguido más papeletas. La explicación a este descuadre parece que es el voto útil al PSOE, que se ha hecho fuerte con el mensaje de que un escaño pinta poco en un Parlamento de 720 personas y con la idea del auge ultra. Los jeltzales se han quedado unos 33.000 votos por detrás de EH Bildu y a unos 30.000 del PSE. En porcentaje de voto, han conseguido un 22,40%.

Sin victoria en ningún territorio

Por territorios, el PNV no ha ganado en ninguno, ya que el PSE se ha impuesto en Bizkaia y Araba, y EH Bildu lo ha hecho en Gipuzkoa. El PNV es segundo en Bizkaia, tercero en Gipuzkoa y cuarto en Araba.

Estas elecciones se celebran por una única circunscripción estatal, y el PNV lideraba la Coalición por una Europa Solidaria, Ceus, con Coalición Canaria, Geroa Bai, los baleares Proposta per les Illes y el apoyo de exlíderes del PDeCAT y socios gallegos y valencianos. Sumando los votos de la CAV y el resto de territorios estatales, el PNV se garantiza el escaño. En Nafarroa, los resultados fueron muy discretos, con 8.230 papeletas. Coalición Canaria obtuvo 68.000. En Catalunya, Ceus logró 2.184. A nivel estatal, tuvo 280.838, un 1,6%.

Lo que sí hay que matizar es que estas elecciones son europeas y el voto se guía por variables distintas, el PNV nunca lo presentó como una segunda vuelta de las vascas (es llamativo que en toda la campaña haya evitado fijarse expresamente como reto ser la primera fuerza en las europeas), y el propio candidato a lehendakari, Imanol Pradales, ha tenido una presencia muy medida, solo a los efectos de movilizar el voto en Ezkerraldea, con dos mítines en Santurtzi (el municipio natal de Pradales) y Barakaldo. El PNV ha quedado segundo en Barakaldo, y tercero en Santurtzi, dos municipios donde se impuso el PSE.

En esta ocasión, la participación ha subido del 43, 10% de 2014 al 50, 89%. Antes del cierre de los colegios, algún burukide rogaba en los pasillos por una pizca más de movilización porque, a pesar de que se ha votado más que en 2014, seguía siendo un dato muy bajo. Eso sí, la participación fue algo superior a la estatal como pedía el PNV, pero por una diferencia residual (49,21% estatal).

El PNV se presentó con una nueva candidata y con muy poco tiempo para darla a conocer, ya que las elecciones vascas y sus derivadas posteriores impidieron dar ese rodaje público a Agirregoitia con mayor antelación. De todos modos, los jeltzales están satisfechos con su trabajo en unas condiciones complejas. Tras unas elecciones al Parlamento Vasco muy reñidas donde los separaron menos de 30.000 votos, EH Bildu había echado toda la carne en el asador y ahora se frota las manos por la victoria en la CAV y en la suma de votos con Nafarroa.

El PNV, por su parte, más allá del freno a los ultras (de derecha o izquierda), defendió un programa con 160 medidas y con iniciativas concretas para Euskadi como la gestión directa de los fondos europeos desde las instituciones vascas, o la presencia de las haciendas forales con voz y voto en los órganos decisorios.

Ortuzar y Agirregotia

En una comparecencia tras el recuento, entre aplausos y trasladando una sensación se satisfacción, el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, quiso aclarar que “el PNV ha cumplido su primer objetivo, que nos permite que Oihane Agirregoitia sea la voz de Euskadi en Europa”. Agradeció también el respaldo recibido desde el Estado. A partir de ahí, y a expensas del examen más profundo que realizará el EBB en su habitual reunión de los lunes, lamentó “el bajo nivel de participación” y atribuyó el resultado a que una parte del electorado clásico del PNV se ha ido a la abstención, y también ha habido voto útil del PSOE.

“No han sido unas elecciones fáciles para Ceus; los dos grandes partidos estatales han trasladado con suma dureza su riña política a esta campaña queriendo transformar estos comicios en una segunda vuelta, y el componente europeo y los intereses vascos han quedado en segundo plano. Pero hemos sido insistentes y hemos conseguido que nuestro mensaje haya encontrado eco”, dijo, aunque reconoció que esperaba “unos resultados algo mejores”. Agirregoitia, por su parte, dio las gracias y prometió defender “los intereses de Euskadi con ganas” para que no pierda “ni una oportunidad” en Bruselas. Recordó sus 160 propuestas.

2024-06-10T22:28:11+02:00
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