Firmando un inicio brillante en la final, Altuna tuvo que ponerse el mono de trabajo cuando Artola remontó la renta inicial de Amezketa y se puso 15-19. Con la final encaminada para el de Alegia, Jokin demostró que no se da por vencido rápido y firmó una remontada brillante haciendo 7 tantos seguidos hasta llegar al 22, sin dar ninguna opción a Iñaki.
Con la txapela de ayer, Jokin consigue su segunda txapela seguida en el Manomanista, además de sumar su cuarta txapela en el mano a mano a todo el frontón. A sus 29 años, el delantero de Aspe está batiendo todos los registros, y quiere más, siendo el hombre a batir cuando se trata de un torneo individual.
Altuna ya ha conseguido ocho txapelas en los torneos individuales, es decir, cuatro en el Manomanista y otros cuatro en el Cuarto y Medio. Desde que debutó en 2014 en Segunda División, enseguida dio el salto a Primera y acumuló sus primeras finales ante pelotaris de nivel y que le ganaban en experiencia a Altuna. Pese a ello, en todos estos años ha llegado a 15 finales entre Manomanista y Cuarto y Medio, ganando 8 de ellas.
En 2018 disputó su primera final del Manomanista ante Aimar Olaizola, al cual le venció 22-14. Eso fue el principio de una época dorada para el de Amezketa. Dos años después repitió final, en este caso ante Jaka, pero no pudo salir vencedor. Al año volvió a la final y se sacó la espina clavada de 2020, ganando con solvencia a Rezusta. Hasta 2023 no volvería a pisar la final del Manomanista contra su compañero de empresa Elordi. Jokin no sumó su tercera txapela, pero en las 2 finales posteriores ha salido vencedor y tiene un balance de 4-2 a favor en este tipo de finales.