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El número de extranjeros que trabaja en Navarra crece un 48% en la última década

La reforma laboral ha dado algo de estabilidad a sus contratos, que siguen siendo bajos y sufren más los vaivenes de la economía. La clave es generalizar la formación, algo todavía pendiente
Un trabajador, en la obra. La construcción es el tercer sector en el que más penetración tienen los extranjeros (22%).
Un trabajador, en la obra. La construcción es el tercer sector en el que más penetración tienen los extranjeros (22%).

El número de extranjeros que trabaja en Navarra ha crecido un 48% en la última década y ya representa más del 11% de todo el mercado laboral, un porcentaje que puede irse hasta el 16,4% cruzando con cautela los últimos datos de afiliación a la Seguridad Social y los microdatos de la EPA.

Son datos del Observatorio de la Realidad Social de Navarra, que radiografía un grupo –importantísimo para el mercado laboral– que sigue golpeado por la precariedad. La reforma laboral aprobada hace unos meses está ayudando a hacer menos volátiles sus empleos, pero el segmento, mayoritariamente, sigue desempeñando trabajos duros y mal remunerados. Son mayoría en el campo. Muchísimos en los cuidados del hogar, la construcción y la hostelería. Y sufren una tasa de paro más alta –y que les cuesta más bajar– en parte por haber accedido en menor medida a educación, sin duda uno de los retos más importantes de cara al futuro.

Cerca del tope

Son ideas que se extraen de un cuidado análisis de los datos por parte del Observatorio. Los informes de afiliación a la Seguridad Social permiten trazar una línea: en enero de 2013, eran 22.264 los extranjeros que trabajaban en Navarra. Hace dos meses, esa cifra era de 32.954. El incremento es del 48%, el que supone 10.690 afiliaciones más. Pero si se cruzan los microdatos de la EPA, la cifra crece.

Hay que manejar el dato con cuidado porque la EPA es una encuesta y conforme se desagrega pierde fiabilidad. Pero el porcentaje asciende al 16,4% si se tiene en cuenta a los extranjeros con nacionalidad española y doble nacionalidad.

La cifra es creciente y ahora mismo está a niveles de antes de la crisis de 2008, cuando había 32.796 trabajadores extranjeros cotizando en Navarra. Y no está muy lejos del pico, registrado en noviembre de 2022 –33.692–. Atrás quedan los peores momentos, que se dieron en febrero de 2014, donde la cifra no llegaba a 19.000, o el peor porcentaje, que tuvo lugar un año después, en 2015, donde se situó en el suelo del 7,6% de ocupados.

Y pese a que el grupo es minoritario con respecto al resto de cotizantes, tiene mucha penetración en varias secciones laborales. Por ejemplo, en los trabajos del sector agrario, los inmigrantes son ya seis de cada diez. En los cuidados en el hogar son el 40%. Y luego hay unos cuantos ámbitos donde también el porcentaje es superior al de su presencia general en el mercado. En la construcción, el 22%; el 20% en la hostelería; y el 17,4% en los servicios auxiliares.

Son trabajos duros. Generalmente, peor remunerados. Más inestables. Menos tecnificados y, por tanto, más sujeto a vaivenes de temporadas, olas de demanda... Lo constata el Observatorio a través de la estadística. El paro en población extranjera es del 22%. Más alto que la media. A finales de 2019 vieron el 2 subir al casillero y ya no se han bajado de ahí.

La explicación está en la mayor vulnerabilidad de sus empleos, explica el Observatorio. “En los momentos más adversos para el empleo, el impacto de las crisis recae con mayor virulencia en el empleo extranjero”, se extrae de un dossier del Observatorio.

“La principal razón es la mayor vulnerabilidad de sus empleos. Se trata de empleos con más componentes de inestabilidad y precariedad. En ese sentido, sigue siendo persistente la segregación ocupacional del empleo del colectivo inmigrante”, añaden. La segregación ocupacional es que, de forma recurrente, la población extranjera se ocupe siempre de los mismos trabajos, con escaso margen de promoción laboral.

292% más

De hecho, la reforma laboral es de las pocas novedades que ha conllevado cambios efectivos en sus condiciones laborales. El nuevo régimen ha disparado el número de contrataciones indefinidas de un grupo donde la proporción temporal-fijo es de más del doble a favor de la interinidad. Muy parecido a lo que ha pasado con la población joven y las mujeres.

Explica el Observatorio que “la mejora de la estabilidad ha favorecido en mayor medida a aquellos grupos poblacionales o colectivos afectados con una mayor temporalidad”. Un aspecto decisivo en ese sentido ha sido de nuevo la segregación ocupacional y que los trabajos que suelen desempeñar los colectivos extranjeros, por primera vez, han tenido que hacer contratos indefinidos.

El cambio asusta en la estadística, y dice mucho de la situación de la que se partía: el incremento anual de los contratos indefinidos a personas extranjeras ha sido del +291,7% frente al +194,8% de media y del +168,8% en el caso de la población con nacionalidad española.

Ahora queda que lo que se estabilice sea empleo de calidad. Algo que seguirá lejos mientras la educación y la certificación académica no se generalicen.

2023-03-13T19:26:02+01:00
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