La construcción del intercambiador de Riberas de Loiola comenzará en 2025 y finalizará tres años después, en 2028. Estas son las fechas previstas en el convenio redactado que regula la financiación de la nueva estación, que permitirá a los usuarios de Euskotren cambiarse a los trenes de la línea de Cercanías de Adif y viceversa.
La obra, con un coste previsto de 35,9 millones de euros, sin IVA, será pagada a tercios entre el Administración de Infraestructuras Ferrovias del Estado, Adif, la Diputación de Gipuzkoa y el Gobierno Vasco. Tanto el Ejecutivo autonómico como EuskalTrenbide Sarea (ETS) han aprobado en sus respectivos consejos el borrador de convenio de financiación. También la Diputación anunció en noviembre su aprobación así como Adif. Sin embargo, en este tiempo, las instituciones implicadas no se han juntado para rubricar el acuerdo. Según responsables de ETS, que acudieron a la comisión de seguimiento de las obras de esta entidad en Donostia, que tuvo lugar el pasado lunes en el Ayuntamiento, se espera que la firma se produzca próximamente. Entonces podrán salir a concurso tanto los proyectos constructivos como los de ejecución del intercambiador.
El Gobierno Vasco confía en que sea este mismo año cuando las entidades implicadas firmen el acuerdo para sufragar los casi 36 millones de euros que costará la parada en la que coincidirán las dos redes ferroviarias que pasan por Gipuzkoa.
En principio, los años 2023 y 2024 serán empleados para la elaboración de los proyectos, mientras que los 36 meses de obras arrancarán en 2025.
El edificio del intercambiador se ubicará en el paseo de Zorroaga, en el barrio de Riberas de Loiola, junto al Jardín de la Memoria y cerca del parque Amaiur, en un lugar en el que se cruzan las vías de Adif y de Euskotren, que discurren a distinta altura.
La nueva construcción contará con dos andenes al aire libre para el Topo y se conectará interiormente con las vías de Adif, cuya trinchera quedará cubierta, de modo que esta parte de la estación será subterránea. Se prevé que el transbordo en este punto sea gratuito, como sucede en el sistema Mugi en la actualidad.
El intercambiador de Riberas de Loiola es una infraestructura prevista desde hace años. De hecho, el Ayuntamiento contempló durante un tiempo la construcción de la estación de autobuses –finalmente situada en Atotxa– en este punto con el fin de favorecer la intermodalidad no solo con la red de Adif sino con la de Euskotren.
Vinculado al Topo
En los últimos años, se ha vinculado la creación del intercambiador de Riberas de Loiola con la finalización del nuevo ramal del Topo, en plena ejecución, al que faltan aún 200 metros por excavar y dos años de obras, según se conoció en la comisión de seguimiento de las obras de ETS.
La previsión de ETS sitúa en verano de 2025 el fin de la obra civil de esta infraestructura. El intercambiador, por su parte, no comenzará a funcionar antes de 2028, según el calendario previsto.
Una vez finalizado, se contempla la ampliación del Jardín de la Memoria hasta el parque de Amaiur, gracias a que la actual trinchera de Adif quedará tapada.
Jardín de la Memoria con la trinchera de Adif, a la izquierda, que quedará tapada en el futuro.
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