El Gobierno vasco insiste en reclamar un acto de desagravio por Gernika

Los actos por el 86 aniversario del bombardeo de Gernika que se celebrarán hoy miércoles contarán por primera vez con la presencia de un ministro del Gobierno español, el responsable de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños. Pese a la tardanza en que se producirá este hecho, el Gobierno vasco lo saludó ayer martes como “un paso en la buena dirección”. Sin embargo, insistió en que sigue pendiente que el Ejecutivo del Estado lleve a cabo “un acto de perdón o desagravio” por el sangriento ataque contra la población civil que tuvo lugar en 1937.

A última hora de la tarde, el presidente español Pedro Sánchez hizo un gesto al anunciar que la villa será declarada “lugar de memoria” por el “horror” del bombardeo fascista que sufrió su población. Respondió así durante el pleno del Senado al portavoz de EH Bildu Gorka Elejabarrieta, que exigió que se reconozca la “responsabilidad del Estado español fascista” en la matanza.

La Ley de Memoria Democrática española prevé en su artículo 49 declarar como lugares de memoria aquellos enclaves donde se han desarrollado “hechos de singular relevancia por su significación histórica” vinculados a la “memoria democrática” o a “la represión y violencia sobre la población como consecuencia de la resistencia al golpe de Estado de julio de 1936” y la guerra.

“Han tenido que pasar 45 años para que un miembro del Gobierno español esté presente en Gernika”, certificó ayer martes el portavoz de Lakua, Bingen Zupiria. La visita hoy de Bolaños es el escalón siguiente del que tuvo lugar el año pasado, cuando asistió al acto su número dos, el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López. Pese a ello, Zupiria recordó que el lehendakari Iñigo Urkullu ha solicitado “en más de una ocasión al Gobierno de España algún gesto respecto al bombardeo que sufrió la villa de Gernika en el año 1937”.

Superviviente

El 2 de mayo de 2021, este medio desveló que Urkullu había remitido al presidente español, Pedro Sánchez, la carta en la que el superviviente del bombardeo Emilio Aperribay ponía voz a la demanda del pueblo vasco de perdón, reconocimiento y condena por parte del Gobierno español por la masacre en Gernika, “como hizo Alemania”. Aperribay y su hija tuvieron la oportunidad de entregarle en mano la misiva a Urkullu apenas unos días antes, durante el 84 aniversario celebrado en Gernika-Lumo.

El jefe del Ejecutivo vasco no solo cumplió su promesa y envió el escrito a Moncloa, sino que lo acompañó de otra carta, esta vez con su propia firma, en la que contextualizaba tanto la epístola de Aperribay como el propio bombardeo. También dejaba en manos de Sánchez la fórmula en la que se consumaría esa petición de perdón y le invitaba formalmente a acudir a Gernika-Lumo con motivo del aniversario.

Desde entonces se ha producido la visita del número dos de Bolaños y la del propio ministro, prevista para hoy miércoles. Urkullu recordó en su carta a Sánchez que el presidente de Alemania, Roman Herzog, y el propio Bundestag manifestaron en 1997 y 1998, respectivamente, su pesar y petición de perdón por el raid aéreo contra los habitantes de la villa.

En su comparecencia tras el Consejo de Gobierno, Bingen Zupiria dijo ayer martes que esta petición “recurrente” de Iñigo Urkullu “buscaba que se hiciera un acto de perdón, de desagravio o una manifestación de condena por lo que sucedió en Gernika con su bombardeo”. Agregó que “es algo que en otros Estados los responsables políticos han hecho, aunque las violencias que sufrieron o impusieron en esos Estados no tuvieron que ver directamente con estos gobernantes”.

En un homenaje tributado ayer por el Ayuntamiento a José de Labauria, quien fuera alcalde de Gernika durante el bombardeo, el actual primer edil de la localidad, José María Gorroño, aseguró que su pueblo se sentirá “mucho mejor” si el Gobierno español y el Parlamento piden “perdón” por el bombardeo de la aviación fascista.