Política

Los gobiernos de Navarra y la CAV piden el fin de los 'ongi etorris': no ayudan a construir convivencia

Imagen del recibimiento a Agustín Almaraz el lunes en Santutxu tras abandonar la cárcel de Basauri. Foto: Etxerat
Imagen del recibimiento a Agustín Almaraz el lunes en Santutxu tras abandonar la cárcel de Basauri. Foto: Etxerat

El vicepresidente primero del Gobierno de Navarra, Javier Remírez, ha expresado este miércoles su "más absoluta" condena a los homenajes a presos de ETA y ha respaldado las iniciativas legales que se puedan adoptar en el ámbito estatal para evitar que estos homenajes se produzcan.

Tras el recibimiento en las calles de Bilbao al preso de ETA Agustín Almaraz, Javier Remírez ha afirmado en la rueda de prensa posterior a la sesión de Gobierno que "este tipo de expresiones suponen una auténtica revictimización de las víctimas del terrorismo y van en contra de la voluntad clara de la sociedad navarra, de la sociedad vasca y del conjunto de la sociedad española de rechazar este tipo de expresiones que en nada ayudan a un nuevo tiempo de paz y de convivencia".

Remírez ha señalado que el Parlamento de Navarra "ya se expresó en el sentido de apostar por una política de memoria democrática, de completa deslegitimación de la violencia terrorista pasada, para que no se repita ni en el presente ni en el futuro, y en esa línea está trabajando el Gobierno de Navarra, en el conjunto de la población, pero especialmente en la población más joven, a través de itinerarios que se van a realizar en los centros educativos precisamente para recordar lo que ocurrió, para deslegitimar la violencia terrorista o la violencia utilizada con fines políticos, y para que no se repita en el futuro".

Además, el vicepresidente del Gobierno foral ha apoyado "las iniciativas legales que se puedan plasmar a nivel de legislación del Estado para evitar este tipo de expresiones que son completamente ajenas a una sociedad democrática y madura del siglo XXI que apuesta por la paz y la convivencia".

La consolidación de la convivencia en Euskadi tras el fin de ETA es un proceso paulatino, en el que se están dando pasos poco a poco, pero que es todavía "frágil". Y la celebración de ongietorris, es decir, de recibimientos a presos de la banda tras abandonar la prisión, no ayudan a construir esa convivencia. Así lo cree también el Gobierno vasco, que ayer pidió que "no se generalicen estos actos que ensalzan la cultura de la violencia" tras conocerse la celebración, el lunes en Santutxu, de un pasacalles con txistularis con el que se homenajeó a Agustín Almaraz, que abandonó ese mismo día la prisión de Basauri tras cumplir 25 años de condena por participar en cuatro asesinatos, dos en Donostia y dos en Bilbao.

La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal afirmó al respecto que "no es el camino para poder seguir avanzando en la convivencia que tanto necesita Euskadi, una convivencia que se va asentando pero que es necesario que se consolide".

Partidos políticos y asociaciones de víctimas cargaron ayer contra el recibimiento a Almaraz, que fue difundido por la asociación Etxerat en sus redes sociales y en su página web. Tras abandonar la prisión, decenas de personas participaron en un pasacalles en el barrio bilbaino de Santutxu para recibirle. El antiguo preso de ETA fue condenado a 48 años por el asesinato del guardia civil Emilio Castillo López de la Franca el 18 de marzo de 1993 en Donostia, a 29 años por matar a Ángel María González Sabino el 2 de junio de 1993 en la capital guipuzcoana y a otros 30 años por el asesinato de los policías Rafael Leiva Loro y Domingo Durán, el 13 de enero de 1995 en Bilbao.

El número de estos actos había descendido considerablemente, y así el portavoz del Foro Social Permanente, Agus Hernán, afirmó que, frente a las 28 excarcelaciones y siete ongietorris celebrados en 2020, hasta ese momento se habían producido 18 salidas y tan solo un recibimiento este año, en la localidad de Kanbo (Lapurdi). Añadió que los ongietorris "tienen que desarrollarse en el ámbito privado" porque "la sociedad no acepta más sufrimiento hacia las personas que ya lo hayan padecido".

Las alarmas se encendieron, no obstante, con el recibimiento que más de 60 personas realizaron al preso Aitor Fresnedo el pasado 17 de agosto a las puertas de la cárcel de Logroño, tras cumplir 25 años de condena entre otros delitos por el asesinato de un policía nacional en 1995 en Bilbao. Las asociaciones de víctimas elevaron la voz, al igual que sucedió ayer por el homenaje a Agustín Almaraz en Santutxu. En este sentido, el delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso, lamentó que diez años después del final del terrorismo de ETA "estos recibimientos públicos a expresos buscan romantizar un pasado de sangre, sudor y muchas lágrimas".

La coordinadora general de Podemos Ahal Dugu, Pilar Garrido, realizó un llamamiento a los partidos políticos a hacer "mucha pedagogía" para "intentar por todos los medios posibles evitar esos recibimientos públicos, que hacen daño a las víctimas y no son buenos en este tránsito de construcción de paz y convivencia". El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, afirmó en las redes sociales que "los socios preferenciales de Sánchez, los proetarras de Bildu, se siguen pitorreando de las víctimas y de todos los demócratas, homenajeando a los criminales etarras y no condenando los ataques a la Ertzaintza de los últimos días. Estos akelarres radicales deben ser prohibidos", aseveró.

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, aprovechó el homenaje del lunes en Bilbao para arremeter contra el proyecto de Ley de Memoria Histórica y Democrática de Euskadi, aprobado por el Gobierno vasco, y criticó que deje "impunes" este tipo de actos mientras se centra en "prohibir homenajes a Franco que no se producen". Vox consideró que los "aplausos y música para recibir y homenajear al etarra Agustín Almaraz" se dan porque "se permite campar a sus anchas a las marcas políticas de grupos terroristas".

Colectivos de víctimas La presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, denunció que, con el acto, "han traspasado otra vez la línea roja" y denunció el pasacalles organizado "por las calles donde asesinó". Por su parte, la Fundación Fernando Buesa aseguró que "en el camino de la convivencia es inaceptable que los presos de ETA sigan siendo homenajeados".

2021-08-26T07:04:02+02:00
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