Polideportivo

El deseo viste de naranja en la semana de pasión de la Itzulia

El Euskaltel-Euskadi presenta el equipo con el que competirá en la gran cita vasca entre el 1 y el 6 de abril con el objetivo de tener protagonismo
El Euskaltel-Euskadi ha presentado este martes el equipo con el que competirá en la Itzulia. / @euskaltelteam

Entre las escamas de titanio del Guggenheim, el museo que cartografía el Bilbao posterior a la reconversión industrial, el punto de encuentro de la modernidad, vio la luz el Euskaltel-Euskadi de la Itzulia, la semana de pasión del ciclismo vasco. En la pinacoteca bilbaína se mostró la colección de retratos que representará al equipo que cose la afición vasca con entusiasmo.

Jon Aberasturi, Enekoitz Azparren, Xabier Berasategi, Mikel Bizkarra, Víctor de la Parte, Asier Etxeberria, James Fouché, Xabier Isasa, Mikel Iturria, Txomin Juaristi, Gotzon Martín e Iker Mintegi componen la preselección del plantel que rodará por las arterias de Euskal Herria desde el lunes en Irun hasta el domingo en Eibar.

Bizkarra, que tuvo que abandonar la Volta tras una caída, es duda. Al vizcaino le esperarán hasta última hora. Además, habrá otros descartes hasta componer el bloque definitivo. Dependerá de lo que suceda en las competiciones de estos días, que desembocarán en la Itzulia.

En ese viaje de seis actos por la tierra de los sueños, en Hegoalde e Iparralde, le espera el entusiasmo de la marea naranja. A través de ese color se puede entender la historia del Euskaltel-Euskadi, nacido desde la Fundación Euskadi hace tres décadas.

“El color del maillot del Euskaltel para nosotros es el fervor vasco, es una marea naranja. Son unos locos de la bici que animan a sus campeones”, le gustaba describir a Christian Prudhomme, director del Tour, la huella del Euskaltel-Euskadi y lo que supone su legado más allá de los datos.

Territorio de emociones

En esa línea, Prudhomme reflexionaba sobre ese arraigo, una conexión muy especial. “Lo que es seguro es que contar con un equipo que representa a un país ya es algo muy potente. En los próximos años espero que el equipo vasco vuelva a estar muy arriba o que al menos consiga transmitir emociones. La fuerza del Euskaltel-Euskadi es que transmitía emoción”. Aún perdura ese pálpito.

El Euskaltel-Euskadi es un equipo que atraviesa las fronteras de los resultados y el latifundio del palmarés para anidar en el territorio de las emociones, un lugar donde conviven el corazón y la pasión. Territorio epidérmico. Iban Mayo, campeón de la Itzulia en 2003, y Marino Lejarreta, vencedor de la Euskal Bizikleta de 1987, examinaron el recorrido de la cita vasca junto a Jorge Azanza, director del Euskaltel-Euskadi, Jon Aberasturi e Iker Mintegi.

En la Itzulia del centenario, la de las 63 ediciones y el cambio de nomenclatura, el equipo vasco busca ser protagonista. El icónico museo desenrolló la alfombra naranja para recibir a los ciclistas que se retarán en las carreteras vascas durante la próxima semana.

“Es la carrera por etapas de casa y tiene un significado especial. La vivimos intensamente. Queremos dar el 100% y con la marea naranja será más fácil”, estableció Aitor Galdos, presidente de la Fundación Euskadi y mánager del Euskaltel-Euskadi.

Hace tres años exactos, el 21 de marzo de 2021, en el mismo enclave, cubierto de la piel de titanio, se presentó la Grand Départ del Tour de 2023, el hito ciclista que cosió Euskal Herria partiendo desde Bilbao. Aquel día el gran escaparate de la capital vizcaina se vistió de amarillo para anunciar al mundo que el Tour se ponía en marcha. El resto es historia.

Un equipo supermotivado

En el Tour de casa, en “nuestro Tour”, como les gusta subrayar a los rectores del equipo cuando describen la Itzulia, el anhelo de hacer bien las cosas, de alcanzar la excelencia, se multiplica. El esfuerzo, la ambición y las ganas de lucha son innegociables para la escuadra que dirige Jorge Azanza.

“Tenemos mucha ilusión por la Itzulia. El equipo está bien, estamos haciendo muy buenas carreras, aunque los resultados no nos están acompañando, No son los que quisiéramos. Pero los chavales están supermotivados para la Itzulia. Seguro que el siete que llevamos se dejará ver e iremos a por todas”, estableció el técnico de Altsasu.

El deseo de pelear con ilusión por cada pulgada se antoja imprescindible en un ciclismo cada vez más elitista y en el que es más complicado tener presencia. Los jerarcas no dejan espacio para la sorpresa y escasamente existe un conducto de aire por el que se cuele la brisa del azar o de lo inopinado. “Trataremos de buscar la sorpresa. Iremos a tope desde la salida. Ojalá que nos salga algo por encima de lo esperado”, apuntó Azanza.

Es ante su gente donde el Euskaltel-Euskadi mejor se siente porque se trata de un equipo de, por y para el pueblo. “La afición es una aliada para nosotros”, dijo el director navarro. Una camiseta conmemorativa de la carrera bajo el lema Elkarrekin, de color naranja, vestirá a la afición que tanto empuja al equipo. Nuevo diseño para un amor de largo recorrido, plenamente vigente.

Película de la marea naranja

Esa idea de compartir una visión del ciclismo de proximidad y cercanía cose a la afición que festonea con su fervor el naranja de la formación vasca que tiene en la Itzulia uno de sus grandes objetivos. En lo emotivo, el más querido: compartir la carretera con la gran familia de la marea naranja.

“La Itzulia no sólo representa un desafío deportivo, sino que nos recuerda la importancia del hogar y el arraigo, nuestras raíces. La Itzulia nos permite regresar a casa y teñir de naranja cada rincón de Euskal Herria con nuestra marea naranja”, subrayó Jon Ander de las Fuentes, director de la empresa de telefonía móvil. El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, abrazó la puesta de largo del equipo como otro aficionado más.

El Euskaltel-Euskadi no se puede entender sin la marea que le baña de ánimo por el mar de las cunetas. No existe rompeolas que frene esa expresión de unión compartida. Una película resumirá ese vínculo único y especial. La biografía del Euskaltel-Euskadi se recogerá en un documental que se presentará en otoño. El deseo se viste de naranja en la semana de pasión de la Itzulia.

27/03/2024