Athletic

El Athletic se la jugará en Sevilla

Athletic 2-0 Osasuna
Los jugadores del Athletic se abrazan a Berenguer, autor del primer gol.
Los jugadores del Athletic se abrazan a Berenguer, autor del primer gol.

Vamos, que al Athletic le ha salido casi todo a pedir de boca en esta penúltima jornada. Ha ganado y el Villarreal ha perdido. Es decir, le queda la última bala para volver a competir en Europa un lustro después. Se lo jugará a la mayor en los noventa minutos en el Sánchez Pizjuán el próximo domingo. Le vale todo lo que sea superar el resultado que firme el Villarreal en el Camp Nou. Una victoria del submarino amarillo, en cambio, le privaría del objetivo de la séptima plaza. Sin embargo, si el Athletic gana y el Villareal, no, los leones se llevarán el gato al agua, como lo harán también si empatan en Sevilla y el Villarreal pierde. Así de sencillo aunque parezca algo complicado. Por eso, se trataba de una tarde de transistores, bueno de las redes sociales y de otros soportes, que los tiempos en el mundo de la comunicación han cambiado de lo lindo. Lo cierto es que el Athletic jugaba dos partidos al mismo tiempo, el suyo y el que tenía lugar a 600 kilómetros de distancia. Lo que supone no depender de uno mismo, con la angustia que pueda generar. El colectivo rojiblanco, que se había ganado semejante escenario por méritos propios, ha hecho sus deberes en San Mamés, gracias a su victoria en el derbi sobre un Osasuna que piensa ya en las vacaciones, y el Villarrreal, no. La ilusión sigue.

Se entiende que también ha podido ser la despedida de Marcelino en La Catedral, salvo que se produzca un cambio en la agenda de los dos precandidatos a día de hoy a la presidencia del Athletic, porque, al parecer, ni Ricardo Barkala ni Iñaki Arechabaleta tienen al asturiano como su primera opción, o quizá sea que para el entrenador el Athletic no es su prioridad a partir de julio. Falta por conocer la versión de los presidenciales. Sea como fuere, Marcelino ha sido fiel a su idea, no la iba a cambiar pese al matiz emotivo que tuviera el encuentro. Con el regreso de algunos fijos a la convocatoria tras ausentarse en el ridículo de Granada, De Marcos y Yeray han vuelto a sus respectivas posiciones, Vencedor y Dani García, con la baja por sanción de Vesga, han ejercido en la medular como ya lo hicieran en Los Cármenes y arriba se ha recuperado la fórmula con Iñaki Williams y Raúl García en detrimento del experimento con Villalibre y un Berenguer obligado a comparecer a los veinte minutos por la lesión muscular que ha sufrido Raúl. Al margen del percande de este último, el de Villaviciosa ha tirado de toda su guardia pretoriana. Riesgo cero. Un plan para hacer frente a un Osasuna con todos los deberes hechos y que ha presentado un once con varias novedades, las típicas cuando un equipo solo se juega el honor, o varios cientos de miles de euros por si escala alguna posición en la tabla, que tampoco es cuestión baladí.

La motivación es indicativa en el fútbol. El Athletic la tenía por el hecho de jugar su último partido del curso en Bilbao y por mantener viva la llama europea. Osasuna carecía de estos extras. Lo suyo era tirar de dignidad y a ver si sonaba la flauta para ganar en San Mamés, que tanta satisfacción da a su gente. El conjunto de Marcelino, con todo, fue el que proyectó hambre, que no es meritorio y sí de obligado cumplimiento, y esa plusvalía se notó en el verde, una vez que los leones se hicieron dueños y señores del balón, del dominio y de las ocasiones en todo el primer acto. Fue un monólogo con un Osasuna relajado quizá en exceso y que ni asomó el morro al área de Unai Simón. De manual. Solo hacía falta conocer el momento en el que el Athletic, liderado por Muniain, se pudiera adelantar en el marcador por la inercia que había tomado el duelo. Iñaki Williams lo pudo hacer en varias ocasiones gracias a su buen hacer, pero se conoce que se ha empeñado en enfadarse con el gol. Su pobre porcentaje en el golpeo no es noticia desde hace su tiempo y el mayor de la saga no acertó, primero, tras una asistencia del recién ingresado Berenguer y tampoco después en sendos pases de su hermano pequeño y de Berenguer de nuevo.

En medio de estas oportunidades, fue Berenguer el que abrió la lata ante su exequipo. El de Barañain, que sustituyó a un Raúl García que se rompió, hizo de gigante en un córner botado por Muniain. Se metió entre las torres de un equipo y de otro para ejecutar un cabezazo de auténtico nueve, un gesto mayúsculo para batir a Sergio Herrera, por lo que el Athletic tenía ya el partido donde quería. Le tocaba entonces poner la oreja a lo que sucedía en La Cerámica, que pasaba ya a convertirse en el partido que importaba desde ese 1-0. Sin embargo, las noticias empenzaron a no ser buenas. El Villarreal hacía gol y de seguido Nico Williams volvía a caer lesionado con carácter muscular. Se hizo el silencio en los instantes previos a entrar en vestuarios. Europa, entonces, se quedaba en una utopía.

El tanto de Coquelín, jugador del Villarreal, debió lastimar al Athletic, que ya no compareció en el segundo periodo con la autoridad que lo había hecho en el primero. Seguía pegado a la oreja del transistor virtual. Quizá ello le despistó un pelín, cosa que quiso rentabilizar un Osasuna que se desperezó y ofreció una resistencia mayor, con algún que otro apurillo para Unai Simón. Pero ocurrió esos imprevistos que da el fútbol. El Athletic estaba tocado y el realista Isak le rescató con su tanto en La Cerámica. Los leones se reenganchaban a la ilusión. Marcelino, que ya había reclutado a Villalibre en el lugar de Nico Williams, movió el banquillo para buscar el segundo. Dio entrada a Zarraga y Petxarroman, y poco después Zubimendi hacía el 1-2 a 600 kilómetros. Todo un subidón que fue a más cuando Villalibre consumó un excelente servicio de Iñaki Williams. La guinda a una fiesta a la que se sumó Ander Capa con sus primeros minutos del curso. Y San Mamés ovacionó al portugalujo. Dio su opinión sobre un caso que no tardará en aclararse. Y al Athletic le quedan noventa minutos para volver a Europa.

FICHA TÉCNICA

ATHLETIC: Unai Simón; De Marcos, Yeray, Iñigo Martínez, Berchiche; Nico Williams (Min. 46, Villalibre), Vencedor (Min. 67, Zarraga), Dani García (Min. 67, Petxarroman), Muniain; Raúl García (Min. 19, Berenguer) e Iñaki Williams (Min. 87, Capa).

OSASUNA: Sergio Herrera; Nacho Vidal (Min. 83, Roberto Torres), Aridane, Juan Cruz, Manu Sánchez; Javi Martínez (Min. 46, Kike Barja), Moncayola, Iñigo Pérez (MIn. 67, Rubén García), Darko (Min. 83, Oier); Budimir y Chimy Ávila (Min. 46, Kike García).

Árbitro: Figueroa Vázquez (Comité Andaluz). No tuvo necesidad de sacar amonestación alguna en un partido de guante blanco.

Goles: 1-0: Min. 33; Berenguer. 2-0: Min. 79; Villalibre.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la trigésimo séptima jornada de LaLiga Santander disputado en San Mamés ante 37. 689 espectadores, según datos oficiales, en el que fue la despedida del Athletic este curso ante su afición y probablemente la de Marcelino como técnico rojiblanco.

2022-05-16T20:08:02+02:00
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